Si hablamos de dos proyectos que marcaron generaciones e influencias en el mundo de la música, nacen sí o sí en la mente los nombres de The Beatles, y si no, probablemente, Elvis Presley. Es por eso que, al haber compartido tiempo y espacio en la misma época, la duda de cómo se llevaban es clara.
Mucho se ha dicho sobre encuentros y opiniones. Lo cierto es que, debido a que son de las figuras más importantes en la historia, la cantidad de información y rumores sobre ambos, da para varios libros.
La reunión de Elvis y The Beatles
Aunque los de Liverpool crecieron idolatrándolo, su encuentro fue precisamente la razón por la que la gente dice que nunca hay que conocer a los héroes, y el rey también se volvió obscenamente amargado por el éxito de los interpretes de A Day In The Life.
La cumbre entre los dos gigantes culturales se produjo en el verano de 1965, como explica Radio Futuro, después de que la Beatlemanía arrasara en Estados Unidos. Elvis quería ver por sí mismo de qué se trataba todo ese alboroto y aceptó que la banda visitara su residencia.
Mientras The Beatles disfrutaban de un descanso de los compromisos de sus agendas, el grupo emprendió un viaje a Bel Air, y se produjo una velada apropiadamente extraña.
La improbable junta no se llevó bien de inmediato. Según el ex jefe de prensa de The Beatles, Tony Barrow, que también estaba presente, la charla intrascendente no tardó en agotarse.
El infiltrado en la reunión e dijo a la BBC: “Hubo un silencio embarazoso entre los cinco mega famosos, parados uno frente al otro, sin decirse casi nada importante”.
El desprecio del rey
A puertas cerradas, la historia era diferente, y su reunión bien documentada con el presidente Nixon en diciembre de 1970 confirmó lo que Presley pensaba honestamente sobre el grupo. Elvis tenía muchas cosas en mente para el compromiso, y una de sus principales prerrogativas era acabar con The Beatles.
El abogado Egil Krogh tomó notas de la reunión, lo que dejó una mala imagen de Presley. Elvis le dijo a Nixon: “The Beatles habían sido una verdadera fuerza para el espíritu antiamericano”, y también afirmó: “The Beatles vinieron a este país, ganaron dinero y luego regresaron a Inglaterra, donde promovieron un tema antiamericano”.
Al año siguiente, Presley asistió a una visita guiada a las oficinas del FBI y, una vez más, aprovechó ese tiempo para difundir su propaganda anti Beatles entre los que ocupaban puestos de poder.
Según ABC, Elvis explicó al director del FBI, J. Edgar Hoover, por qué “The Beatles sentaron las bases de muchos de los problemas que tenemos con los jóvenes con su apariencia sucia y descuidada y su música sugerente”.
No se sabe si Elvis realmente creía que The Beatles eran la encarnación del mal o si sus comentarios crueles se debían simplemente a los celos. Sin embargo, el músico ciertamente no era un Beatlemaníaco y, a sus ojos, ellos eran los culpables de acabar con su versión de Estados Unidos.