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De fines del Siglo XIX: Este es considerado por algunos como el primer videoclip de la historia

¿Te has preguntado cuando se creó el primer videoclip? Quizá te sorprenda saber que el precursor de los videos musicales data de 1894.

Videoclip
Getty Images

Actualmente el videoclip parece ser cosa del pasado. Sin embargo, durante mucho tiempo los artistas veían en la producción de clips una herramienta poderosa para promocionar los trabajos musicales que lanzaban al mercado.

Cuando apareció MTV por allá en los 80's, la industria musical se revolucionó por completo. Músicos de diversos géneros vieron en el videoclip una manera más de consolidar su carrera.

A través de los años hemos visto clips que se han quedado grabados en nuestra retina y algunos hasta incluso forman parte de la cultura popular. Teniendo esto en mente ¿Alguna vez te has preguntado cuál fue el primer video musical que se grabó en la historia?

El primer videoclip de la historia

De acuerdo con el sitio History of Information, The Little Lost Child, canción de 1894 grabada por Joseph Stern y Edward Marks contiene el que es considerado como el precursor de lo que ahora conocemos como video musical.

Esta pieza audiovisual consistía en la utilización de imágenes que acompañaban la partitura de la canción. Algo que en aquel entonces se le llamaba "Canción ilustrada". The Liitle Lost Child fue un éxito tal que su "videoclip" vendió en su momento mas de dos millones de copias.

Además, la gente podía ver este "videoclip" cuando se proyectaba la secuencia de imágenes que podía ser observada por los presentes durante las interpretaciones en directo de la canción.

Aunque la pieza audiovisual que complementó esta canción dista mucho de los que comúnmente veríamos más adelante, esta fue la primera ocasión que se usó la combinación de música e imágenes para presentar una canción.

La mente detrás de esta pieza fue George H. Thomas, un electricista que anteriormente había hecho algo parecido con otra canción a la cual acompañó solo con una imagen.

Posteriormente se acercó al dúo de Stern y Marks, para hacer lo mismo con The Little Lost Child. A diferencia de su primer trabajo, esta vez con diez diapositivas para dar una idea de narración mediante las imágenes.


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