La banda chilena Solar está de vuelta con un nuevo disco que recoge idas y venidas en la construcción de un sonido orientado tanto a la sorpresa como a la continuidad del camino que comenzó a recorrer en los noventa. Sus tres integrantes fundadores, Alejandro Gómez (voz y guitarra), Ricardo Contesse (guitarra y coros) y Javier Pañella (teclados) conversaron con Rock & Pop en la antesala del lanzamiento en vivo de Mirage.
Primero ligado a un sello internacional y luego en la vía de la independencia y la autogestión. Solar transitó entre la segunda mitad de los noventa y la primera de los dos mil casi en paralelo a las transformaciones de la industria discográfica, hasta que la historia de la banda se detuvo con una despedida formalmente anunciada en 2003. Cuando su álbum Play cumplió 20 años en 2017 se produjo una reunión que desde entonces se ha proyectado en otros reencuentros y nuevos discos como El Tiempo, de 2019, y el recién estrenado Mirage, que Solar presentará en vivo este 21 de diciembre en la Sala Metrónomo.
“Es un disco que se inició en pandemia, con ideas que fueron mutando, incluso algunas eran ideas separadas que terminaron hilvanadas en un solo track”, dice sobre el nuevo disco Alejandro Gómez. “Y bueno, también pasaron muchas cosas en el trayecto hasta que cuando, este año, en marzo fue, decidimos que teníamos que ponerle fecha de término para concretarlo y aquí estamos”.
Así es el nuevo disco de Solar
Una cosa que llama la atención del proceso de este disco es que pasó por varias manos. Hubo muchos ingenieros.. Barry Sage, con quien ustedes trabajaron en los discos de los años 90, Christian Heyne y varios más estuvieron trabajando en distintos aspectos. ¿Cómo fue eso?
Javier Pañella: Pienso que es una precariedad que se volvió un lujo. Es por precariedad que nos acercamos a eso como diciendo “bueno, no vamos a esperar todas las condiciones óptimas de tener un trato, un tiempo y un margen de estudio, sino que vamos a ir trabajando como más guerrilleramente”. Y también se entiende porque es un disco que se demoró cuatro años.
Ricardo Contesse: Y al mismo tiempo tratamos de hacer las cosas como no lo habíamos hecho antes. Así que parte fundamental de eso era llevar el disco duro con las pistas y que fueran pasando de un lugar a otro y que también nosotros fuéramos viajando, viviendo ese espacio también al mismo tiempo con la canción.
¿Y eso fue transformando el disco?
Alejandro Gómez: Sí, a veces uno piensa que hacer las cosas de manera distinta puede romper con lo que uno está acostumbrado a hacer. En este caso fue como voluntario e involuntario, porque siempre sonó atractivo que este fuera distinto a los anteriores en que solíamos trabajar con un productor, con Barry, en todo el proceso, de principio a fin. En este caso fue, como dice Javier, más guerrillero el concepto de abordar este disco y permitirnos que hubiera más gente involucrada, que hubiera más manos, que hubiera distintas visiones también. Como esos discos ingleses de los noventa que uno leía los créditos y decía “¡Wow! ¡Cuántos nombres de productores están involucrados!” También hay un poco de esa fantasía, por cierto.
¿Y al mismo tiempo cómo se logra unidad, una coherencia estilística?
Ricardo Contesse: Es la banda, siempre la misma banda. Sin embargo, igual debemos decir que cuando escuchamos las canciones nos dio la sorpresa de que fue algo como que no lo habíamos pensado tampoco y de cierta forma se nos reveló.
Alejandro Gómez: Sí, porque habíamos publicado singles sueltos de este álbum, pero es distinto una canción suelta a escucharla en el contexto del álbum que tiene como un relato, se siente que hay un relato no sólo sonoro sino que también en el ánimo o el ambiente que genera.
Ahora, como que nadie necesita hacer álbumes para mantenerse circulando en torno a la música, estamos viviendo una cultura que es muy de singles y el álbum parece ser más que nada como un gesto estético o una necesidad ya puramente creativa de las personas que lo están haciendo. ¿Cuál fue su caso?
Alejandro Gómez. Me parece que tú das en el punto clave de la operación.
Javier Pañella: Es algo old fashioned, pero tiene cualidades que seguimos defendiendo. Tiene un cuerpo propio. Si fueran temas sueltos, no las tendría. Tiene un relato, tiene una historia que parte y termina. Y tiene personalidad propia. De hecho ya no nos pertenece. Nos mira de frente.
Ustedes han tenido más de una reencarnación. No sé si hubo en algún momento un punto final definitivo a Solar y que luego se reagruparon o han sido solo pausas demasiado largas en que no han vuelto a tocar juntos.
Alejandro Gómez. Yo recuerdo alguna vez cuando no podían creer que hubiéramos matado la guagua. Nos lo decían a Richie y a mí por haber liquidado Solar y habernos reinventado partiendo de cero con otra agrupación que fue Alamedas. Sin embargo, dicho eso, la reunión de los 20 años del Play fue la que hizo el nexo, la conexión con aquel origen.
Esos 20 años se cumplieron en 2017.
Alejandro Gómez: Nos preparamos para ese show y cuando terminó íbamos a echar de menos juntarnos. Ahí empezó el bichito de que “juntémonos el próximo jueves” una y otra vez y volvimos a ser como cuando nos conocimos. Empezamos a componer el disco anterior a este que se llamó El Tiempo y que quedó como un eslabón perdido entre el estallido y la pandemia.
Ricardo Contesse: Pareciera que son pausas grandes.
Javier Pañella: Pero son vidas del gato, no más. ¿Cuántas nos quedan?
Solar recuerda la escena de los años 90 en Chile
¿Qué recuerdan ustedes de la escena musical de los años 90 en Chile? ¿Cómo la vivieron ustedes?
Javier Pañella: Como cabros chicos.
Ricardo Contesse: Justamente alguien me mandó ayer en la noche una foto del año 96. Estábamos justamente nosotros en la casa de un amigo, Pablo Toledo. Estábamos compartiendo una cerveza. En la mesa se ve. Éramos muy pequeños. Éramos unos niños. Pero veía que había cierta seriedad en nuestras caras.
Alejandro Gómez: Los locos 90. ¿Qué se puede decir? La juventud. Es curioso verlo en perspectiva. Hubo un momento en esos años en que parecía que estábamos conectados con el mundo. Nos tomábamos muy en serio lo que queríamos hacer y responder desde Chile a toda la vorágine del Britpop, lo que pasaba en Estados Unidos. La explosión anglo. Y la explosión del rock chileno aquí. Hay muchas bandas. Nosotros fuimos de la segunda ola. La primera fue la de las bandas de EMI.
Javier Pañella: Lucybell fue muy importante en nuestra historia. Y también fue muy importante Balmaceda, las salas de Balmaceda.
Alejandro Gómez. La Corporación Cultural Balmaceda de aquel entonces.
Javier Pañella: Después de dar bote en algunos lugares buscando sala de ensayo. Encontramos esta posibilidad de tener una sala de ensayo ahí. Y era bastante atípico lo que sucedió.
Ricardo Contesse: Ahí se reflejaba lo que estaba pasando. Estaba todo pasando en cada uno de los pisos. Había gente que hacía danza, gente que hacía música.Era como si tuviéramos una casa. Estábamos todo el día ahí.
Alejandro Gómez: Tuvimos de vecinos a Los Tetas primero. Y después a Congreso. Y después en el subterráneo teníamos a Los Chancho en Piedra de vecinos.
Javier Pañella: Ensayaba La Ley. Los Tres. Nicole. Era el lugar… Christianes. Gabriel de Lucybell era el encargado del estudio de grabación. Era en serio todo. Esa escena fue muy particular. Era como que estábamos partiendo todo. Balmaceda sigue existiendo y está lleno de talleres y actividades, pero esa escena fue muy particular.
Ricardo Contesse: Como que se estaba haciendo todo por primera vez. También existía esa emoción o ese sentimiento.
Y de ese momento, en la carrera de Solar, ¿qué sensación se queda en ustedes? Fue un grupo que en ese momento suena y que tal vez podría haber crecido más en términos de alcance, popularidad. ¿Sentían que podría haber sido más en términos de éxito comercial, de convocatoria?
Alejandro Gómez: En perspectiva, pienso que, visto desde la distancia, es lo que nos motiva también a estar haciendo las cosas como las estamos haciendo ahora. Pudimos haber hecho cosas de manera diferente en aquel entonces. Si hubiéramos estado más, no sé, más preparados, pero, en perspectiva, son las canciones las que hablan por la banda. Que tuvieran mayor o menor éxito es irrelevante al lado de que 20, 25 años después hay gente que reconoce estas canciones que compusimos y que forman parte de nuestra historia. Y al mismo tiempo no es sólo eso. Porque está el presente, está el aquí, el ahora. Y eso es lo que digo de volver al punto de origen.
Espero que esta vez tomemos decisiones y hagamos las cosas de alguna manera que permita que se expandan la música y las canciones. Y que acceda a más gente. No sólo aquí, sino en otras partes del continente.
Ricardo Contesse: Claro, en esa época había un contrato. Y por otro lado esperan que uno venda millones de copias.
Tal vez uno tendría que leerlo, dices tú.
Ricardo Contesse: Bueno, primera cosa, leer el contrato. Segunda cosa, no medir por la vara de la venta. En ese sentido, es un tema del momento. Esta fue la segunda camada, fue la última parte de los sellos en Chile. Era una situación especial. Como dice Alejandro, creo que lo más importante es que alguien después te escriba “oye, me acuerdo de las canciones de Sentido Común y me encantan”. O me acuerdo de esto y de lo otro. Y eso está en el show que hacemos ahora, en el presente. Y también está presente en el disco nuevo.
¿Es distinta la música que hacían como veinteañeros que hacerla hoy? O sea, si tuvieran que ponerle una edad a Mirage, ¿qué edad tendría?
Javier Pañella: Tiene la nuestra, ahora. Sí, completamente.
Alejandro Gómez: En mi caso, como dice Noel Gallagher en una entrevista, “on the wrong side of the 50s” (risa).
Ricardo Contesse: No me acuerdo cómo salieron las canciones de los primeros discos. Tal vez los discos ya más dosmileros, no sé en qué sentido, había más conciencia y se notan. Ahora tal vez también mucho más profundizamos en eso. Y las composiciones son grupales, ¿no es cierto?, donde cada uno pone lo suyo y de cierta forma tiene que ver con lo que uno pone y el silencio que también uno hace.
Hay un momento de Solar cuando la canción Por Costumbre, empieza a recibir difusión, se toca en las radios, etc. El riff del principio está tomado de un tema de My Bloody Valentine y era algo que era bien mal mirado por mucha gente. Se interpretaba como una falta de originalidad. Pero después el concepto de “apropiación creativa” fue asimilándose mucho mejor y en ese sentido ustedes sufrieron, y les quiero preguntar si lo vieron así o no, sufrieron como de cierta incomprensión por cosas que después se fueron haciendo mucho más frecuentes.
Alejandro Gómez: Yo me sentí algo orgulloso porque esto de las acusaciones de que era el riff de My Bloody Valentine, pero vinieron harto tiempo después.
Javier Pañella: Primero, yo no recuerdo que alguien haya dicho, “oye, copiemos esta”. Habíamos escuchado Loveless mil veces. Es bien igual, pero es un tema pop. No es My Bloody Valentine, mira lo que están copiando. Es un tema pop que salió en la radio y que quedó marcado en un año y que la gente lo disfruta.
Ricardo Contesse: Tal vez había, como decía Javier, había cierta seriedad en esa época, como “no puedes hacer esto, no puedes hacer lo otro”. Y claro, tal vez no nos dimos cuenta porque éramos muy niños, lo hicimos, nos pareció bien. Principalmente, nos pareció bien, motivante, interesante. Y después, me imagino que años después se creó el término de apropiación creativa.
Nunca sentimos ese juicio en todo caso. No, para nada. Pensábamos que era parte de lo que estábamos haciendo, era una herramienta de esa época poder hacerlo. Teníamos permiso para hacerlo.
Javier Pañella: Teníamos un sampler. De hecho, el disco está lleno de samplers. Podíamos samplear 15 segundos estéreo (risas).
Alejandro Gómez: Ahora, yo quería apuntar algo. No es el único ejemplo. Yo creo que con respecto a la incomprensión, no sé si era incomprensión o no. ¿Cómo es esto de Cigarettes and Alcohol, de Oasis? Nadie dice que es un plagio de un riff de T-Rex, de Mark Bolan.
Cigarettes and Alcohol es una canción por sí misma. Tiene ese guiño, ese gesto que es directo, el que lo lee, lo puede interpretar de una u otra manera. Pero son canciones diferentes.
Ricardo Contesse: Para que quede claro, seguimos sampleando en este disco cosas que ojalá no se den cuenta.
Hay una entrevista que me llamó la atención, donde hablan del proceso de la carátula, la imagen de portada del disco, que está inspirada de alguna manera en una película de Wim Wenders. Creo que es Tan Lejos, Tan cerca. O Hasta el Fin del Mundo.
Javier Pañella: Hasta el Fin del Mundo. No es que esté inspirada, pero lo que ocurre en esa película es el final de que los personajes empiezan a grabar sus sueños. Es una buena forma de evocar lo mismo. Una imagen que está decodificándose en tus recuerdos. “¿Eso lo viví o no lo viví?” En esa patinada de que no sabes si es real o no, si lo viviste o no, aparece el espejismo
Y que tiene esos glitches también.
Javier Pañella: Claro, que lo vuelven un poco más digital.
En los últimos momentos creo que nos quedan de esas imágenes por completar, porque luego ya va a estar todo completo. Y esa distinción entre lo representado y lo real va a ir desapareciendo finalmente.
Alejandro Gómez: El efecto que produce ver el Canal 13 Cable, de ver los recuerdos REC, así como era en el 87, la iluminación, o la textura de la imagen también. Hay una cuestión ensoñadora en el álbum, que se ve reflejado en su sonido y en el tono que tiene.
Bueno, Mirage, el nuevo disco de Solar, se va a estar estrenando en vivo este 21 de diciembre a las 20 horas en la sala Metrónomo. ¿Qué podemos esperar de ese show aparte de esta presentación en sociedad de canciones nuevas?
Ricardo Contesse: Sí, va a haber un pedazo de show que tiene que ver con Mirage, obviamente. Estamos súper contentos de poder tocarlo en vivo, ojalá en el orden, así como a la antigua. Pero también va a haber otro pedazo grande del show, con gran éxito y con los temas de los demás álbumes de Solar.