Cuando Pearl Jam comenzó a escribir para su álbum Lightning Bolt en 2011, la banda tuvo una aproximación menos pop a sus canciones. Lo que se tradujo en canciones más rockeras e intensas.
Sin embargo, una canción que inicialmente no recibió tanta atención al ser lanzada como el segundo sencillo del disco en septiembre de 2013, se convirtió con el tiempo en la más reproducida del álbum, acumulando más de 112 millones de reproducciones.
Se trata de "Sirens", una balada que nació inspirada por Pink Floyd y escenas de California, como reveló el guitarrista de la banda.
Cómo "Sirens" se inspiró en Pink Floyd y California
La inspiración detrás de Sirens llegó tras un concierto de The Wall de Roger Waters al que asistió Mike McCready, guitarrista de Pearl Jam. “Me quedé totalmente impresionado. No creo haber visto algo tan potente, y dudo que vuelva a verlo”, confesó McCready.
La experiencia lo llevó a escribir una melodía que evocara el sonido del grupo británico. "Me inspiró a escribir algo que tuviera ese sonido de Pink Floyd de la era media. Pero no sabía que se iba a convertir en una balada oscura, siniestra y hermosa hasta que escuché la letra de Ed" señaló el guitarrista según Loudersound.
La letra de Eddie Vedder añadió profundidad y sensibilidad a la pieza. Escribió el texto en una sola noche en Hollywood, inspirado por las constantes sirenas de policía que se escuchaban en la zona. "Se quedó despierto toda la noche y la escribió en California. En la zona de Hollywood se oyen sirenas de policía todo el tiempo" explicó el guitarrista de Pearl Jam.
“Cuando escuché lo que había escrito, me di cuenta de lo preciosa que es la vida, de oír sirenas y no querer que vengan a por mí esta vez. ¿O sí? ¿O estoy agradecido de que no lo hagan?”, reflexionó McCready.
Aunque en su lanzamiento Sirens no tuvo el impacto de otros éxitos de la banda, su atmósfera melancólica y su mensaje profundamente humano han hecho que se transforme en un favorito de los fanáticos. Con el paso del tiempo, esta joya de Lightning Bolt consolidó su lugar como uno de los momentos más emotivos y memorables de Pearl Jam en el último tiempo.