En este capítulo de Safari Rock & Pop, Maca Hansen conversó con Francisca Belén Rojas, más conocida como "Frabenturas" en Instagram y "Franchan" en Tiktok. La influencer chilena estuvo un año viviendo en Japón, mochileando y documentándolo para su perfil.
Fran se pasó gran parte de su estadía haciendo voluntariado en pueblitos, en un templo budista, en un centro comunitario, en una tienda de recuerdos y un centro de ski.
La influencer chilena que mochileaba por Japón
Comenzó diferentes carreras como cine, técnico audiovisual y periodismo. Lo suyo iba por otro lado, hoy se dedica a explorar y hacer labores comunitarias. Definiéndose como una "viajera optimista", las cápsulas mostrando la cultura de los lugares que visita, comenzaron con sus ganas desde el colegio por partir.
"Me puse a trabajar y me fui a Japón", siendo este el principio de todo. Según Fran "Hice solo voluntariados y conocí a mucha gente. Estuve con chicos recluidos socialmente, personas de pueblo y nos juntaban a todos los voluntarios", explicando un poco el cómo funciona la dinámica de trabajo en el extranjero.
La estadía puede ser una de las grandes complejidades a la hora de planificar una aventura como esta. Hablando sobre como logró moverse de un lugar a otro en un principio, reveló: "Antes era garzona, me fui de working holiday y empecé a ganar dinero. Siempre me aseguro de tener donde quedarme y así me ahorro el hotel y todo eso".
Otro aspecto que para ella es importante era ser una persona amigable con los lugareños, o como ella lo ejemplifica: "Los mejores voluntariados los conseguí siendo sociable." Esta habilidad lo ayudo a conseguir uno de sus empleos más sonados en redes sociales: "Termine colaborando con monjes, iba a rezar con ellos a las 6 de la mañana, les ayudaba a limpiar el templo", cuenta la influencer en Japón.
Los diferentes viajes por Asia
Uno de sus viajes más difíciles, registrado en su perfil frente a sus seguidores, fue una llamativa travesía por Malasia, donde como ella declara: "Había menos 40 grados, yo llevé lo que tenía puesto", llamándola "una de sus experiencias más duras".
Quizás tanto como dicha experiencia, lo fue aprender el idioma. "Nunca he sido talentosa con el idioma, pero no tengo vergüenza", algo con lo que fue enfática. Según la voluntaria: "Con el inglés básico empecé a moverme. Viajando ya lo hablaba, así me pasó con el japonés. Con esa base me fui, de a poquito aprendía palabras nuevas".
Aún no tiene tan claro su siguiente destino, como ella mismo dijo: "Creo que me voy a Japón ahora pero no lo sé". Pero algo de lo que está segura es: "Me gustaría hacer algo largo en bicicleta", debido a que es algo que vio en Japón y, fiel a su espíritu, su intención es intentarlo.