Uno de los lanzamientos quizás más inesperados del año fue “Songs Of A Lost World”, el último álbum de The Cure que sorprendió a muchos. Uno de esos sorprendidos fue el mismísimo Robert Smith, quien tenía una visión muy diferente del proyecto.
El trabajo con sus tan solo 8 canciones, ha logrado sorprender a muchos, debido a que, a pesar de encontrar a la banda en una etapa avanzada de su vida, es una de esas excepciones a la norma de que la creatividad alcanza el peak en la juventud.
¿Qué dijo Robert Smith sobre el último álbum de The Cure?
En una entrevista para el medio británico Uncut, Smith confesó que: “Nuestras canciones siempre le tuvieron miedo a la muerte, pero a medida que te haces mayor, se vuelve más real”, esto en alusión a las temáticas del proyecto, que en muchos pasajes obedecen al miedo a morir.
“Aunque la mayoría de las canciones son muy personales, no son exclusivas, no son cosas que solo me sucedieron a mí”, dice Robert Smith a propósito de que tan cercanas son las experiencias del álbum, como en I Can Never Say Goodbye, en donde el cantante habla sobre la muerte de su hermano Richard.
La idea principal de Robert no siempre fue esta. El álbum, se suponía que celebraría la trayectoria de The Cure, pero, según Smith, esta idea no se sentía cómoda o natural, concluyendo con: “Era un gran plan, pero los grandes planes no siempre funcionan como esperas”
Smith, con la cabeza ya decidida, volvió a armar gran parte del álbum con un enfoque más personal. La idea de una celebración al legado de la banda fue descartada, concentrándose en plasmar un mensaje artístico mucho más oscuro pero auténtico a sus inquietudes artísticas.