Es difícil imaginar dos personas tan diferentes, pero igual de legendarias, juntas en un mismo momento y espacio. Ya sea por su trabajo, distinto en todo aspecto, o la imagen que proyectan, si piensas en Cher, probablemente no te venga a la cabeza Salvador Dalí.
La estrella del pop ha hecho pública un montón de historias. Relatos que suelen tener como protagonistas o secundarios a grandes nombres, desde músicos a actores; esta vez, el pintor español es el eje central de una bizarra situación.
El encuentro de Cher y Salvador Dalí
En el libro Cher: The Memoir, Part 1, el icono musical comienza relatando que Dalí la invito a ella y a su esposo, Sonny Bono, a una fiesta en su casa. Esto luego de encontrarse con el bigote más famoso del arte, en compañía del cineasta Francis Ford Coppola.
Al entrar al lugar donde la velada se desarrollaría, la actriz afirmó que todos los que estaban en la suite de Dalí: “Eran hermosos o extraños y todos parecían estar drogados”. Calificó la experiencia como “entrar en una mala película de Fellini”.
A pesar de que la incomodidad de era evidente, el español la motivó junto a Bono a cenar la noche siguiente. Al llegar al estudio la siguiente velada, la estrella de hoy 78 años, se dio cuenta de que ese lugar acababa de ser ocupado para una orgía. Describió todo como: “Una sala grande donde la gente estaba desnuda o en diversos estados de desnudez”.
La compositora de "Believe" recuerda como una chica sin sostén salió con una blusa transparente a recibirla. Aunque Cher intentó parecer despreocupada ante la escena, Sonny Bono y Francis Ford Coppola, no podían con el momento en general.
Luego se dio cuenta de que estaba sentada sobre algo. Al sacarlo, notó que era un pez de goma pintado, el cual tenía una cola que se movía. En un principio supuso que era un juguete para niños, pero Salvador Dalí le dijo que en realidad era un juguete sexual que vibraba.