Si hablamos de bandas que invitan a sus fanáticos a subir al escenario a interpretar una canción con ellos, podemos encontrar varios ejemplos. Coldplay, Green Day, Blink-182 y U2 son solo algunas de las agrupaciones que interactuaron de esta manera con sus seguidores.
En una ocasión, The Who subió a un fanático al escenario pero no con la intención de cumplirle un sueño, sino solucionar una emergencia.
En mitad de un concierto, Keith Moon, baterista de la agrupación sufrió un desmayo que le impidió continuar con su performance, lo que provocó que el resto de los integrantes decidieran pedirle a algún fanático que reemplazara al abatido percusionista.
La historia detrás del reemplazo de Keith Moon
The Who llegaban a presentarse al Cow Palace en San Francisco, California como parte de la gira promocional de su álbum Quadrophenia. Aquella noche, el acto de apertura estuvo a cargo de la banda de rock sureño Lynyrd Skynyrd.
Cuando los británicos subieron al escenario, la multitud enardecida vibró con cada canción que conformó el poderoso setlist presentado por Roger Daltrey y compañía. Sin embargo, todo se vio entorpecido cuando el grupo interpretaba Won’t Get Fooled Again, puesto que el baterista Keith Moon repentinamente se desplomó a mitad de canción.
Luego de ser "revivido", el músico volvió a colocarse detrás del instrumento solo para poco después desmayarse nuevamente. Según relata el sitio WhyNow, la razón de está descompensación fue que Moon, conocido por sus excesos, antes de subir al escenario consumió una potente dosis de tranquilizante para caballos.
¿Alguien puede tocar la batería?
Tras ambos colapsos, el guitarrista Pete Townshend preguntó a la audiencia: "¿Alguien sabe tocar batería?", para encontrar rápidamente un reemplazo. Motivado por un amigo con quien asistió, Scott Halpin, un joven de 19 años, fanático de la banda, fue quien terminó colocándose detrás de la batería.
Smokestack Lightning, Spoonful y Naked Eye fueron algunas de las canciones que alcanzó a interpretar el 'héroe improbable de la noche'. Tras terminada la presentación, el afortunado fanático junto a los miembros de The Who, fueron tras bastidores donde le agradecieron, y le prometieron enviarle un cheque de mil dólares que el joven nunca llegó a ver.
Años después del hecho, Halpin declaró en una entrevista como se sintió atravesar por semejante experiencia. "Para ser honesto, todo se vuelve un poco confuso porque todo sucedió muy rápido. No tuve tiempo de asimilarlo todo. Lo único en lo que estaba pensando era en no arruinarlo arriba", mencionó.
Mira el video de lo ocurrido aquella noche aquí: