Es sabido que alcanzar la fama tiene su lado bueno y su lado malo. Recientemente, el artista pop ícono de los 80, Rick Astley, se sinceró con respecto a los momentos más oscuros que vivió durante su estrellato.
La depresión tras el declive de carrera de Rick Astley
El artista responsable del hit de los 80, Never Gonna Give You Up, disfrutó de un explosivo éxito que no tuvo tiempo de asimilar. En 1987, Rick Astley publicó su álbum debut Whever You Need Somebody, con grandes canciones como la mencionada anteriormente, Together Forever y Don't Say Goodbye. Rápidamente escaló hasta la posición número #1 del Billboard Hot 100, y vendió más de 15,2 millones de copias en todo el mundo.
Como resultado de ello, Astley tuvo una sorpresiva transformación en su vida, pasando de ser un simple mortal a la estrella del pop del momento. Sin embargo, poco le duraría la tribuna, pues ya para los 90 su carrera se fue lentamente cuesta abajo.
Esta situación según contó a The Daily Mirror, lo hundió en una fuerte depresión que le trajo problemas con su pareja de ese entonces, Lene Bausager, para lo cual debieron tomar terapia de pareja. "Fue casi como si Lene y yo nos hubiéramos separado", contó el cantante. "La terapia me ayudó a dejar de pensar demasiado y a ver las cosas de otra manera".
"Realmente nos ayudó a poner las cosas en orden con Lene", agregó. "No solucionó nada exactamente, pero me dio las herramientas para lidiar mejor las cosas. Poco a poco, Lene y yo logramos cerrar la brecha y volver a una situación de equilibrio"
Si bien Rick sufrió el declive de su carrera en los 90, hoy por hoy ha visto aumentar su popularidad. Por ejemplo, recordemos que en 2017, la banda de rock estadounidense Foo Fighters invitó al escenario a Astley para reversionar su más grande hit. Tras ello, hace un año, el artista británico les devolvería la mano con un cover de la canción Everlong para el Festival BBC Music.