Los gatos son animales fascinantes y complejos, que suelen manifestar un notable rechazo frente a las puertas cerradas, y se les ve más ansiosos e inquietos cuando se topan con un área no disponible para ellos. Si tienes o has tenido de mascota un gato, quizás te pasó alguna vez que el astuto animal te ha abierto la puerta de tu habitación, o hasta del baño.
Especialistas aclararon que esta conducta está influenciada tanto por su evolución natural como por los hábitos que adquieren en convivencia con los humanos. Al respecto, la Dra. Karen Sueda, veterinaria especialista en comportamiento dijo, en entrevista con Live Science, que los gatos tienen miedo de perderse lo que ocurre en su entorno.
Por qué los gatos no les gusta las puertas cerradas
"Es un poco de FOMO", dijo Sueda. "El FOMO de no sé lo que hay al otro lado, y quiero ir a ver y averiguarlo".
Cabe recordar que el efecto FOMO ('fear of missing out'/miedo a perderse algo) es, precisamente, uno de los detonantes de la ansiedad social, por lo que se figura interesante que otra especie, aparte de nosotros, se vea ante algo similar.
"A los gatos les gusta controlar el acceso a los espacios y las necesidades básicas vitales y el territorio", explica al mismo medio la consultora en comportamiento felino, Ingrid Johnson. "Eso no los hace malos. No los convierte en otra cosa que en una especie que es a la vez depredador y presa, que tiene que cazar para sobrevivir, pero que también tiene que sentirse segura y protegida en su entorno".
¿Cómo puedes ayudar a tu gato? El consejo de la especialista recién citada es el de mantener la coherencia. Es decir, si hay invitados, no privar a tus gatos de los espacios en los que generalmente están, ya que si notan que se les limitan las áreas de siempre, en ese momento, pueden llegar a experimentar malestar, ansiedad y enojo.