El estreno de Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez ha despertado interés en el caso, tras 30 años desde la sentencia por el asesinatos de sus padres. La entrega de Ryan Murphy ha creado un debate respecto a la libertad de los involucrados.
Hace unos días supimos que Kim Kardashian, junto a uno de los protagonistas de la serie de Netflix, visitaron a los hermanos Menéndez en el centro correccional Richard J. Donovan de San Diego.
Recientemente, la celebridad y abogada redactó una carta para exigir la liberación de Lyle y Erik. Dentro de sus argumentos, sostiene que creían que era la única salida y hoy tienen una conducta ejemplar.
La carta de Kim Kardashian
La modelo de 43 años escribió una carta para NBC News el jueves 3 de octubre, en esta sostiene que "todos somos producto de nuestras experiencias". A la vez complementó: "Ellas moldean quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes seremos. El tiempo nos cambia, y dudo que alguien pueda afirmar que es la misma persona que era a los 18 años. ¡Yo sé que no lo soy!".
Al mismo tiempo agregó: "Como suele suceder, esta historia es mucho más compleja de lo que parece a primera vista. Ambos hermanos dijeron que habían sido abusados sexual, física y emocionalmente durante años por sus padres".
"Según Lyle, el abuso comenzó cuando tenía solo 6 años, y Erik dijo que su padre lo violó durante más de una década. Después de años de abuso y un miedo real por sus vidas, Erik y Lyle eligieron lo que pensaron en ese momento que era su única salida: una forma inimaginable de escapar de su pesadilla viviente", aseguró Kim Kardashian.
Respecto a su visita a los hermanos, confesó que son buenas personas. "He pasado tiempo con Lyle y Erik; no son monstruos. Son hombres amables, inteligentes y honestos. En prisión, ambos tienen antecedentes disciplinarios ejemplares", reveló.
Finalmente, aseguró que mantiene la fe de que se consideren nuevamente el caso. "Mi esperanza es que se reconsideren las sentencias de cadena perpetua de Erik y Lyle Menéndez. Se lo debemos a esos niños que perdieron su infancia, que nunca tuvieron la oportunidad de ser escuchados, ayudados o salvados”, escribió.