"Bebé Reno", una de las series más destacadas del año está en problemas legales, con la mujer que inspiró a la antagonista.
La serie, una de las más vistas del 2024, trata sobre la persecución de una mujer, Martha Scott a un comediante, Donnie Dunn. La serie está inspirada en la experiencia real de Richard Gadd, creador y protagonista de la serie.
Sin embargo la frase de "Esta es una historia real" en la serie le trajo problemas sa Netflix, por una demanda por difamación por parte de Fiona Harvey, la mujer real en que se basa el personaje de Martha.
El giro de la demanda de Fiona Harvey contra Netflix y Bebé Reno
Luego del éxito de la serie, Netflix y el creador de la serie Richard Gadd se enfrentaron a una demanda judicial por 170 millones de dólares. El pasado mes de junio Fiona Harvey, acusó a Netflix de difamación, de infligir intencionalmente angustia emocional, de negligencia y de haber violado sus derechos.
Aunque Harvey nunca es nombrada en la serie, la popularidad de la serie condujo a que en internet, su identidad se hiciera conocida públicamente rápidamente.
Harvey ha negado ser una acosadora y haber enviado a Gadd 41.000 correos electrónicos, cientos de mensajes de voz y 106 cartas en el pasado. Unas cifras que considera hinchadas y que, en realidad, según su defensa, se reducen a "unos pocos correos electrónicos, una carta por correo postal y unos 18 mensajes en X".
Un juez de Estados Unidos dictaminó que legalmente, Fiona Harvey puede presentar una demanda por difamación contra Netflix
En su fallo, emitido el viernes pasado en California, el juez de distrito Gary Klausner señaló que, dado que los episodios de Bebé Reno comienzan con la frase “Esta es una historia real”, invita a los espectadores a tomar la historia como un hecho. Pero, si bien las “supuestas acciones de Harvey son reprobables”, las acciones de Martha en el programa son “peores” de lo que se le acusa a Harvey.
“Existe una gran diferencia entre acosar y ser condenado por acosar en un tribunal de justicia”, escribió. “Asimismo, existen grandes diferencias entre tocar inapropiadamente y agredir sexualmente, así como entre empujar y sacarle los ojos a otra persona. Si bien las supuestas acciones de la demandante son reprobables, las declaraciones de los acusados son de un grado peor. Y podrían producir un efecto diferente en la mente de un espectador” consignó The Guardian.