Mateo Sujatovich es el músico argentino detrás de Conociendo Rusia, proyecto musical que cuenta con cuatro álbumes en su discografía y cuyo pop introspectivo, reflexivo y muchas veces autobiográfico, sigue abriéndose paso en latitudes hispanoamericanas.
Su lanzamiento más reciente, Jet Love, lo trae de vuelta a Chile para un show en el teatro Coliseo el viernes 4 de octubre. El disco es una colección de canciones sobre viajes y distancias tanto en el plano físico como en el emocional. En su sonido destacan atmósferas sintetizadas que son una novedad en su interesante catálogo.
Conociendo a Conociendo Rusia
Cuéntanos el origen del nombre Conociendo Rusia. Por tu apellido te conocen como “el Ruso” y que le decían o le dicen así a tu papá, que también es productor y músico. De ahí viene, ¿no?
Sí, es un apodo heredado y todavía no se lo pregunté a mi viejo, pero es probable que él también lo haya heredado de su padre.
¿Ustedes son tercera generación rusa en Argentina?
El abuelo de mi papá ya era ruso, de Bielorrusia. Es uno de los tantos que se tomó un barco y terminó en Buenos Aires. Entonces “el Ruso” me empezaron a decir a mí cuando se enteraron que a mi papá también le decían “el Ruso”.
El nombre Conociendo Rusia tiene que ver un poco con esta historia de dónde vengo, de un apodo y cuando estaba escribiendo mis canciones, dije “bueno, este va a ser un modo de quien me escuche de algún modo va a estar conociéndome”. Entonces va a estar conociendo al Ruso o va a estar conociendo Rusia, que es como el universo musical.
Y al mismo tiempo, hacer canciones, escribirlas, grabarlas, tocarlas, ¿es una forma de conocerte a ti mismo también?
Y sí... y es un “conociendo”, porque es algo que va a seguir sucediendo hasta el final. Así que sí, yo creo que es una forma de conocerme y es una forma de buscarme también, de seguir, de estar en movimiento, de estar en búsqueda, de estar en un constante crecimiento o una constante atención de ver hacia dónde van mi música y mis cosas.
¿Conociendo Rusia es un proyecto personal con músicos que te acompañan o es una banda permanente?
Es un proyecto solista.
Y ahí cobra sentido esto de conocerse a través de la música que vas haciendo y lanzando. Y tienes bajo el brazo Jet Love, que es el cuarto disco de tu carrera, de tu discografía.
Sí, es un disco nuevito, se grabó en agosto del año pasado en Sonic Ranch, que es un estudio en Texas. Es un estudio muy particular, un estudio residencial.
La gente se queda ahí.
La gente se queda ahí. Son cuatro estudios, entonces también un poco que estás conviviendo con tu gente y entre las cenas y los almuerzos a veces estás conviviendo con gente de otras bandas del mundo. Es un lugar donde pasan cosas y también la convivencia con mi propio equipo, con mi productor, con mi baterista, estar ahí viviendo las canciones…
El rock argentino
Escuchándote, uno percibe una continuidad con la tradición del rock argentino. Hablamos de tu padre recién, que es músico, Leo Sujatovich, famoso por haber introducido el sintetizador Prophet 5 al rock argentino. Lo usó Spinetta en el disco Bajo Belgrano (1983), digamos que es el primer disco, creo, de rock argentino donde aparece, donde lo está tocando tu papá.
¿Tienes esa vinculación a través de esta línea sanguínea con estos referentes clásicos del rock argentino, latino: Charly, Spinetta, Fito, Calamaro, etcétera?
En general conocía algunos de estos referentes por mi viejo, pero poco. Los fui conociendo más en estos años de carrera, de estar haciendo lo mío, pero por supuesto que hay gente que cuando escucha mi apellido se le abren los ojos y me dice “sí, tu viejo, tu viejo, lo queremos”.
Siempre hay historias con mi papá, y bueno, ya nos hemos encontrado un poco entre todos también compartiendo eso.
¿Musicalmente reconoces la influencia de esas generaciones? ¿Te ves en ellos también de alguna manera? ¿Te ves como una continuidad de ese movimiento?
Me veo muy influenciado, sí. Es un poco mi escuela el rock argentino. Es una música que me identificó desde muy chico, que siempre me gustó. Tuve mi época García, tuve mi época Spinettiana, tuve mi época más Ceratiana, mi época más Calamaro, y todas esas épocas hoy son una época, digamos. O sea, hoy ya los escucho a todos desde un modo un poco más normal, pero cuando era más chico era como un consumo, cómo decirlo, furioso. Cuando estás compenetrado con un artista, te levantás a la mañana y lo escuchás hasta la noche, o al menos así me funcionaba a mí.
Un consumo obsesivo.
Obsesivo. De ir al colegio escuchando un disco, no sé, por ejemplo, el Unplugged de Spinetta, que se llama Estrelicia, por ejemplo. Ese disco quizás lo quemé, no sé, tres semanas, cuatro, todos los días, todo el tiempo. Entonces así no hay modo de que no estés siendo influenciado por esos artistas.
Jet Love, lo nuevo de Conociendo Rusia
Eso tiene que haber creado, tal vez, cierta influencia del álbum como formato, que es algo que hoy día es cada vez menos frecuente. Estamos viviendo nuevamente una cultura de canciones, singles, de lanzamientos que van muy a cuentagotas, pero el álbum es otra cosa. Es un ciclo en torno a un concepto y me da la impresión de que funcionas un poco en esa clave.
Sí, yo funciono muchísimo en esa clave y yo creo que lo de los singles, por supuesto que le funciona a un montón de artistas, a mí también. Yo saco singles que son en verdad adelantos de un álbum, pero veo que todos los artistas que tocan la guitarra y que cantan, sacan discos. Y es un modo de agrupar unas buenas canciones, unas canciones elegidas que hablan de un momento de la vida del artista, o no hablarán de la vida del artista, pero es lo que el artista quiere contar en un momento particular. Jet Love, en este caso, por supuesto que es un disco que está súper comunicado. Es un disco escrito en gira, escrito en viajes, escrito en tránsito, digamos, y acostumbrándome quizás por primera vez a vivir en husos horarios distintos.
Bueno, hay una canción (“Cinco Horas Menos”, con Natalia Lafourcade) que habla de eso, ¿no?, que habla de una diferencia horaria de cinco horas. ¿Cuáles son los lugares? ¿Uno es Argentina y el otro es..?
España. Esa es la diferencia horaria que en general tenemos más dura nosotros, porque más lejos en general no voy, o a veces me queda bravo cuando voy de España a México, que son ocho. Hace poco hice Barcelona - Ciudad de México, Ciudad de México - Madrid.
Eso es tremendo. Y bueno, y te vas acostumbrando o no, y vivir como con la cabeza y el cuerpo y el físico, ¿no? y la emoción en un lugar complicado. Pero bueno, todo eso también tiene cierta inspiración.
Sí, me llamó la atención, escuchando por un lado La Dirección (disco de 2021) y por el otro lado Jet Love, que ambos son discos que tienen que ver con el movimiento. Pero La Dirección parece un disco más de carretera y Jet Love parece un disco, precisamente, de aviones y un poco de aeropuertos y de lounges de hoteles y todo lo demás, y cierta atmósfera sintetizada, digamos, atmósferas de sintetizadores que están presentes en Jet Love, que es un sonido que antes no estaba en tus discos.
Sí, sí, tal cual. La Dirección es más orgánico y Jet Love, bueno, hicimos también uso de todo un universo un poco más ochentero, ¿no? Que era algo que aún con Nico (Cotton, no habíamos experimentado para Conociendo Rusia, y veníamos los dos escuchando músicas que tenían un poco ese espíritu y cosas de Bruce Springsteen o cosas de Bleachers, que es una banda de Jack Antonoff, que es el productor…
… de Taylor Swift.
Claro, de Taylor Swift. De The 1975 también. Y su propio grupo está muy bueno. Entonces, bueno, ese universo terminó inspirándonos también bastante.
Hay una canción (“El Chacal”) que de pronto menciona a Steely Dan y también está esa atmósfera en algunas canciones.
Sí, soy fan.
La escena actual de Argentina
La escena musical argentina, desde el punto de vista del rock, ¿cómo está hoy? Estamos viviendo, hace ya casi dos décadas ha habido un relevo, ¿no?, donde el sonido del rock ha sido sustituido como voz generacional por el sonido urbano del reggaetón, del trap, del rap argentino. ¿Cómo ves tú esa escena?
Bueno, también el rock ahora está full. Hay una movida ahora entre muchos grupos que están volviendo, como Los Piojos. La Vuelta de Oasis también siento que repercute un poco en todos lados.
Pero hoy en día hay grupos en Argentina, locales, que están haciendo mucho ruido. Algunos en plan revival y otros grupos que son más modernos. Y también toda la escena urbana, que hizo un agujero tremendo y ahora ya está empezando a pasar que nos vamos acostumbrando a eso. Porque ya deja de ser tanto una novedad. Post pandemia, quizás es algo que tiene dos años, pero ya se va naturalizando. Ya no llama tanto la atención que chicos y chicas que son quizás conocidos hace uno o dos años te llenan un River, te llenan un Bernabéu en España, lo que le pasa al Duki, que son cosas como de otro planeta. Pero bueno, una vez que pasa, empieza a ser como más moneda corriente.
Y empieza a crearse una mezcla también de estilos. Hay cosas de Trueno que ya se están acercando más a un sonido tradicional, instrumental. Nathy Peluso, lo mismo.
Bueno, Dillom, que es como urbano, pero a la vez es medio punk. Sí, obvio. Empieza a haber unas mezclas que están buenísimas.
El músico argentino se presentará el viernes 4 de octubre en el Teatro Coliseo. Las entradas para este nuevo concierto ya están disponibles a través del sistema Puntoticket. Estas van desde los $25.300 en Galería, $29.900 en Platea Alta y $34.500 en Cancha.
