Los métodos anticonceptivos para mujeres se han hecho más comunes con el tiempo. Desde el dispositivo intrauterino (DIU) hasta la pastilla, el anillo y los parches de hormonas, entre otros. Pero, ¿y los anticonceptivos masculinos? Siguen siendo un tema del que la gente no conoce mucho.
Eso sí, en los últimos años se han dado a conocer otros procedimientos aparte de la vasectomía y el uso de preservativos, que llega a ser lo más común dentro del tema. También hay tratamientos con hormonas, píldoras y gel. Probablemente el futuro de los métodos anticonceptivos masculinos podría ser sin necesidad de hormonas, ni dolor.
Coso: El nuevo anticonceptivo masculino
Coso es un dispositivo que su desarrolladora describe como la "nueva forma de anticoncepción masculina". Sin hormonas, sin dolor, sin efectos secundarios, reversible y que puede usarse desde la casa.
Este funciona así: Se trata de un dispositivo ligero y pequeño que utiliza ultrasonidos para inhibir la espermatogénesis durante unos seis meses aproximados. Su desarrolladora, Rebecca Weiss, explicó que cuando le diagnosticaron cáncer de cuello uterino, la anticoncepción hormonal dejó de ser una opción para ella.
Fue cuando se dio cuenta de la falta de anticonceptivos masculinos que hay. Si bien los principales son los preservativos y la vasectomía, los ensayos con la píldora anticonceptiva de hombres no han resultado muy exitosos por sus efectos secundarios. Con la idea en mente, Weiss decidió apostar por la anticoncepción masculina.
¿Cómo funciona Coso? Fácil. Después de cargarse, se llena el aparato con agua hasta la línea y el propio dispositivo lo calienta. Una vez el líquido llega a estar tibio, la persona se sienta e introduce los testículos en el dispositivo. Mediante un botón, se inicia el proceso de ultrasonidos, que dura apenas unos minutos. Sin dolor, ni efectos secundarios.
Estos ultrasonidos "golpean" los testículos e inhiben la espermatogénesis, que es el proceso por el cual se crean espermatozoides. Después de este "baño testicular" con el aparato, el proceso se vuelve eficaz 15 días después de su uso. Y sus efectos anticonceptivos durarían en torno a seis meses.
Lamentablemente, todavía no está disponible a la venta. Pero no cabe duda de que se trata de un invento que podría normalizar que todas las personas puedan utilizar anticonceptivos sin tener que recurrir a hormonas, condones o cirugías.