Ya hemos visto las diferentes sedes de los Juegos Olímpicos que han dejado postales emblemáticas: la Torre Eiffel, el Palacio de Versalles y el Hotel des Invalides son algunos de los paisajes protagonistas.
Pero no se ha hablado mucho de lo que sería uno de sus escenarios más impresionantes que podemos ver en París 2024. Uno que no se encuentra en Francia. Ni siquiera está en su mismo hemisferio.
El surf se tomará las olas mundialmente conocidas de Teahupo'o, en Tahití. Y es uno de los escenarios más pintorescos y singulares de los Juegos Olímpicos.
La selección de la ex colonia francesa cumple uno de los compromisos de los organizadores de París 2024, que prometieron extender las Olimpiadas por todo el territorio francés.
Tahití como un paraíso de las olas para París 2024
Otras ciudades del país europeo acogen competiciones de fútbol, vóleibol, equitación y otras destrezas de alto rendimiento.
Pero la atención también está dirigida a la elección de la isla más grande la Polinesia Francesa. Aquí se celebrará la competición de surf. Definitivamente es una de las sedes más singulares y controvertidas de esta edición de los Juegos.
La comunidad surfera conoce muy bien Teahupo'o. El oleaje de la costa suroccidental de Tahití forma parte desde hace tiempo de las paradas para los circuitos de competición de surf.
Teahupo'o será una de las sedes olímpicas más lejanas de la historia de los Juegos. La isla está situada a 15.600 kilómetros de París, y a 21 horas de vuelo.
"Es un lugar mágico. y las olas de Teahupo'o son impresionantes", dijo el presidente de París 2024, Tony Estanguet. "Nuestra visión siempre ha sido proporcionar las condiciones más espectaculares para los surfistas y el deporte", expresó Estanguet, y agregó: "No tengo ninguna duda de que Tahití cumplirá esa visión".
Teahupo'o fue seleccionado tercero en la lista de CNN de los 50 mejores lugares en el mundo para surfear, edición 2013.
Es descrito como un paseo corto e intenso que crea olas increíbles para el surf. Su nombre ya significa "Muro de Cabezas", lo que demuestra la naturaleza peligrosa y desafiante del territorio.
