Uno de los récords más sorprendentes y a la vez desconocidos en la historia de Hollywood fue el del animatrónico más grande. Superando a verdaderas cintas emblemas de la industria.
El uso de efectos prácticos en el cine se ha vuelto cada vez menos frecuente con el pasar de los años. Siendo reemplazado en su mayoría por imágenes generadas por computadora (CGI).
Dentro de los elementos más representativos de este tipo de efectos especiales se encuentra la implementación de animatrónicos. Sin embargo, a pesar del aporte histórico de estos objetos para la industria muchos desconocen el sorprendente récord que ostenta una de estas figuras.
El animatrónico más grande en la historia del cine
A lo largo de la historia de Hollywood y las producciones cinematográficas en general, han sido varias las películas que han popularizado el uso de animatrónicos. Sobre todo a la hora de utilizar figuras de gran tamaño.
Algunos de los ejemplos más representativos de este es el caso de cintas tales como Tiburón de 1975 y Jurassic Park de 1993, ambas dirigidas por Steven Spielberg. Las cuales utilizaron figuras mecanizadas de gran tamaño para hacer más convincente la presencia de criaturas colosales en el film. Como fue el caso del tiburón bautizado como "Bruce" y el T-Rex de cada cinta respectivamente.
Sin embargo, a pesar de que estas figuras de las películas de Spielberg son claras competidoras por el podio de la más ambiciosa jamás construida, no fueron capaces de conseguir aquel título. Esto gracias a que este honor se lo lleva ni más ni menos que otra de las cintas más emblemáticas de Steven Spielberg, Jurassic Park III de 2001.
En dicha producción uno de los antagonistas principales era el temible y enorme espinosaurio. El cual a pesar de contar con escenas creadas por computadora, también contó con su propio animatrónico, que se coronó ni más ni menos como el más grande en la historia.
El Espinosaurio de Jurassic Park III
Este robot con movimiento contaba con unos impresionantes 14 metros de altura y pesaba unas 11 toneladas. Las cuales sumadas al motor hidráulico de 1000 caballos de fuerza que requería para moverse lo convertían en un verdadero coloso. A diferencia del T-Rex de las películas anteriores que tan solo requería 200 caballos de fuerza, lo cual de por si es bastante.
Considerando sus dimensiones vale la pena preguntarse cómo fue el transporte de tamaña estructura. Y es que para mover al animatrónico del espinosaurio era necesario operar solo de noche. Así como también siguiendo una ruta específica para no chocar con nada debido a su altura.
Gracias a sus características sin precedentes en la historia del cine, que incluso a día de hoy no se han vuelto a repetir, es que esta figura llegó a la lista de los Récords Guinness coronándose como "El Animatrónico Más Grande Creado Para Una Película".