La primera película de Terminator oculta una particular y violenta anécdota. La cual implicó ni más ni menos que a Arnold Schwarzenegger, un productor, un arma y un mal día.
En la saga de Terminator se encuentran algunas de las cintas más emblemáticas del género de ciencia ficción y del cine en general. La historia y universo creado por James Cameron con los años ha logrado ganar millones de fanáticos al rededor del mundo.
A pesar de que la recepción del público ha empeorado a partir de la tercera película de la saga, es un consenso general que las dos primeras entregas son verdaderas obras maestras de la industria. Sin embargo el debut de esta historia, además de presentar una historia que se volvió atemporal, también oculta una curiosidad de su rodaje que resulta difícil de creer.
La amenaza de schwarzenegger
El 21 de abril del año 2021 James Cameron (director de las primeras dos películas) conversó con el British Film Institute sobre su experiencia grabando The Terminator. Dentro de las anécdotas que mencionó, una de las que más llamó la atención fue la vez que el mismísimo Arnold Schwarzenegger apuntó con su pistola a ni más ni menos que al productor de la cinta de 1984, John Daly.
"La primera vez que John Daly visitó el set - fue en la noche en que estábamos filmando la escena del Club Tech Noir- el estaba de pie junto a Arnold sonriendo orgullosamente y balanceándose sobre sus talones. Arnold lo miró, vestido con su traje completo del Terminator, y en su acento austriaco le dijo 'John, cada vez que te veo, siempre estás sonriendo'" Contó Cameron.
"Luego sacó su enorme pistola calibre 45, la puso debajo de la mandíbula de John y le dijo 'personalmente odio eso'. John se puso pálido y se fue al poco tiempo después. Él nunca volvió a ir al set cuando Arnold estaba filmando" añadió. Y es que resulta que en aquel entonces el ambiente en la grabación no era el mejor, lo que habría hecho que la tensión de Schwarzenegger aumentara gradualmente hasta aquel punto de quiebre.
Esto se vería explicado debido a las grabaciones contrarreloj de "Terminator" y a las limitaciones que provocaba su bajo presupuesto (6 millones de dólares). Las cuales muchas veces hicieron que a falta de permisos, debieran grabar escenas de manera irregular.
Sin embargo, es sensato decir que ante el estrés no cualquiera encañona a un compañero de trabajo. Quizás una licencia que solo alguien como Arnold Schwarzenegger puede darse.