En la década de los 90', Weezer fue sin dudas uno e los grandes estandartes que marcaron a toda una generación.
Sus simples ruidos pero fuertes letras, fueron clave para que agarraran su propia esencia, para mostrársela así al público.
Desde que se fundaron como tal en 1992, siempre destacaron, gracias a una chispa que unía de lleno a la agrupación. Quienes al igual que varios de su generación, parecían bastante normales en su forma de vestir. A diferencia de lo que se podía observar en los 80'.
Fue así como el conjunto comandado por Rivers Cuomon, comenzó a ser conocido en el rubro luego de sus primeros shows, hasta alcanzar el boom luego de sus primeros álbumes.
Tras hacer todo eso, se expandió en una medida muy grande al rededor del mundo, teniendo una fanaticada muy particular y fuerte.
El pegajoso nombre que tiene la agrupación, se debe a un personaje de una película de aquella época, que los terminó por convencer de una manera muy profunda.
Un largometraje muy importante para Weezer
Tal y cómo te lo mencionábamos anteriormente, esa banda a día de hoy tiene muchos éxitos, que suelen escucharse de una manera muy notoria en medios como la radio.
Y es que a decir verdad, no es algo menos, ya que en la época que aparecieron, mucho se creía en que terminarían siendo opacados. Pero gracias a la calidad de sus integrantes, todo terminó siendo lo contrario.
Es entre las curiosidades del grupo, que se encuentra la llamativa manera en la que seleccionaron el nombre que los definiría hasta estos días.
El escudo de Weezer, se debe en definitiva a un sobrenombre que tenía Rivers Cuomon, puesto por su mismo padre y sacado de una película llamada The Little Rascals.
Según corroboró el medio de K2, para Cuomon, esto siempre significó cómo decir "Chico Cool", por lo que le gustó desde el primer día que lo escuchó. El resto es historia.