No se puede negar que David Lynch es uno de los directores más reconocidos del cine.
Al estar harto tiempo en producciones de renombre, poco a poco se fue ganando un lugar entre los de la cima.
Sus capacidades de dirección, lo llevaron bastante lejos en el rubro, siendo elogiado varias veces por distintos expertos. Quiénes destacan profundamente su creatividad, a la hora de llevar a acabo una cinta.
A decir verdad, no es para menos, ya que con el pasar de los años, dejó varios largometrajes que se consideran a día de hoy como verdaderas joyas.
Terciopelo azul, Corazón salvaje o Twin Peaks: Fuego camina conmigo, son solamente algunas de sus producciones más destacadas. Las cuales tienen un valor especial dentro del rubro.
En la vida de Lynch eso sí, hubo un filme bastante famoso que la rompió de cierta forma. Este era Dune de 1984, y aunque no le fue mal; el mismo cineasta destaca mucho un error del que se arrepiente hasta hoy.
El grave error de Dune que atormenta a David Lynch
Tal y cómo te lo mencionábamos anteriormente, David Lynch terminó siendo un pez gordo en la industria cinéfila. Todo debido a las grandes cosas que hizo y sigue creando a la edad de 78 años.
Pocos son los profesionales de las cámaras que lograron consolidarse a la altura que lo hizo este director.
En una ocasión, Lynch confesó que en Dune, tuvo un error garrafal que lo acompaña hasta el día de hoy. Pues según él mismo, pudo haberlo evitado.
Este en definitiva se dio porque al filmar el contrato, David no incluyó el montaje final. Cabe destacar que antes de que tomara el proyecto, ya se había avanzado de la mano de Ridley Scott, pero este cedió. Fue así que todo recayó en manos de David Lynch.
Debido a esto, el proceso se alargó mucho más, todo por no tener previsto los detalles finales. Siendo algo que hasta hoy el cineasta tiene más que claro como un cierto fracaso.
"De mi película 'Dune'. Ya sabía que había que ceder el montaje final antes de firmar para hacer una película. Por alguna razón, pensé que todo iría bien y no incluí el montaje final en mi contrato. Y resultó que 'Dune' no era la película que yo quería hacer, porque no tenía la última palabra. Así que esa fue una lección que sabía incluso antes, pero después no hay manera de solucionarla. ¿Por qué alguien trabajaría durante tres años en algo que no es suyo? ¿Por qué? ¿Por qué hacerlo? ¿Por qué? Fracasé estrepitosamente. Y todo fue culpa mía por no haber sabido poner eso en el contrato", confesó el profesional de la dirección según Espinof.