Dentro del mundo del rock, Deep Purple entra en ese grupo de bandas denominadas "De culto".
Con varias formaciones distintas lograron tener un éxito brutal en cuanto a sus canciones y discos vendidos. Llenando varios estadios y recintos a lo largo del mundo entero.
Actualmente siguen girando, llevando el legado a todos lados, después de 50 años de carrera como grupo. De hecho hace poco pasaron por Chile para asistir al Estadio Santa del equipo chileno Unión Española. Presentándose en el Masters of Rock junto a bandas como Kiss, y Scorpions.
Ante esto, un indiscutido en la formación del conjunto es el baterista Ian Paice, quien permaneció en todos los cambios de integrantes que tuvo la banda. El batero sigue conservando el toque que lo catalogó como uno de los destacados de su instrumento.
Una técnica que aún persiste intacta en Deep Purple
Obviamente que estando tanto tiempo en el grupo, el baterista pasó por todos su momentos y cambios. Por esto mismo su estilo perduró en la totalidad del catálogo musical.
Al ser un conjunto de hard rock, las composiciones fueron muy movidas, por lo que fueron distintos métodos que usó en su instrumento para darle más vida al sonido.
De hecho, hay un clásico del grupo en el que ocupó algo que no utilizaba de costumbre, que se le terminó dando muy bien, lo cual es el "doble bombo", donde se utilizan dos bombos de la batería en las canciones. Dándole una sensación más completa a toda la melodía.
Este famoso himno es nada más y nada menos que "FireBall", siendo así una composición que hasta hoy destaca. Incluso es de las pocas veces que Ian Paice usó dicha técnica según Mariskal Rock.
"Fireball funcionó muy bien. Me proporcionó mucha diversión para lucirme un poco en los descansos. Siendo honesto, cincuenta años después, es todo lo que puedo hacer con dos bombos. Mi cerebro no funciona así", reveló el batero.
Aún así a Paice se le destaca por esa composición mítica, que sigue sonando hasta hoy gracias al legado de Deep Purple.
