No se puede negar que Kiss, no es una banda normal, pues trataron de llamar la atención desde un principio.
Sin dudas, la agrupación es muy conocida por todo lo que logró en más de 50 años de trayectoria. Y es que con creatividad, llegaron a la cima en muy poco tiempo.
Gracias al ingenio y la perseverancia, subieron una cuesta que partió siendo un poco dura, pero luego los forjó como uno de los rostros más conocidos del rubro.
Sin embargo, nada fue fácil, pues fueron muchos los sacrificios y las apuestas que tuvieron que hacer, para tener un merecido reconocimiento musical.
Un legado increíble, que de hecho inició hace 50 años con cuatro chicos que no tenían tanta experiencia en el estudio.
La primera piedra de Kiss
Para casi todas las bandas, el disco inicial nunca es fácil, pues se suelen jugar muchas cosas. Obviamente introducirse por primera vez en lo desconocido suele generar una cierta desconfianza que en cierta manera afecta un poco.
En Kiss de hecho, esto sí pasó, ya que no se hablaba de una agrupación normal, sino de una que a los ojos de la gente era un poco extraña. Todo porque eran cuatro chicos maquillados, cantando canciones de rock; personas que no revelarían por harto tiempo sus identidades.
Así fue como el 18 de febrero de 1974, Gene Simmons, Ace Frehley, Peter Criss y Paul Stanley; se lanzaron a la piscina con su primer disco homónimo, el cual incluía 10 temas.
Al salir al mercado, no tuvo mucho éxito, pues costaba mucho vender una imagen así en esos años, pero poco a poco fue tomando más notoriedad hasta alcanzar millones de ventas.
Himnos como Strutter, Black Diamond y Deuce, son algunas piezas musicales que terminaron inmortalizándose en la carrera de Kiss. Las cuales partieron en este exitoso disco.
El resto es historia, pues con trabajo y dedicación alcanzaron la cima de lo que vendría siendo una carrera increíble.