Considerado como "la peor tragedia después del terremoto del 27 de febrero de 2010", el gran incendio que afectó a diversos sectores de la región de Valparaíso sorprendió por lo rápido que se expandió. Y cómo no, también por la gran devastación que causó.
Miles de casas resultaron destruidas y con ello, muchas familias perdieron sus viviendas. Y no solo eso: también a sus seres queridos, pues la catástrofe cobró la vida de más de 130 personas. A estas pérdidas se suman también sus mascotas, algunas desaparecidas desde que el incendio comenzó y otras que también resultaron fallecidas.
Dado lo destructivo que fue, resulta complejo intentar dimensionar la extensión territorial que abarcaron los incendios. Para ayudar a comprenderlo mejor, suelen capturarse imágenes satelitales que puedan otorgar una mejor perspectiva. Y es justamente lo que aborda un informe de investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Las imágenes de la NASA y la extensión del incendio
El análisis fue elaborado por investigadores y académicos del Laboratorio de Geo-información y Percepción Remota de la PUCV. Para esto, se valieron de imágenes provistas por la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), específicamente, de los satélites Sentinel 3 y Landsat. Ello, con el objeto de elaborar el informe que estudió los terrenos devastados por los incendios.
Según recogió ADN, las imágenes tomadas el 3 de febrero mostraron múltiples focos activos y plumas de humo proyectándose hacia el norte. El informe destaca que el área afectada abarca aproximadamente 9,429 hectáreas, considerando zonas de baja, media y alta severidad.
En tanto, otra imagen muestra cómo la pluma de los incendios se proyectó hacia los centros urbanos en dirección al norte.
Según explicó el académico Luis Álvarez, el informe se realizó para obtener una explicación objetiva respecto de las variables que pueden causar los incendios. Asimismo, también para proyectar la condición eruptiva del fuego.
"Hay explicaciones para los habitantes que se deben acoger al conocimiento. Una ciudad más educada también es una ciudad más segura" dijo el investigador según ADN.