La trayectoria de The Beatles está llena de momentos musicales enigmáticos y revolucionarios, desde la incorporación de instrumentos inusuales, hasta experimentos en grabaciones.
Sin embargo, uno de los más curiosos y misteriosos llegó bastante temprano en su carrera, y es prácticamente imposible de replicar.
El acorde de The Beates que ni Paul puede tocar
Uno de los momentos musicales más icónicos de la carrera de The Beatles es el acorde inicial de "A Hard Day's Night". Momento que inicia el álbum y película del mismo nombre de forma muy llamativa.
La creación de este peculiar sonido no fue un accidente, George Martin, productor de la canción, reveló que su intención siempre fue sorprender. "Sabíamos que abriría tanto la película como el LP con la banda sonora, por lo que queríamos un comienzo particularmente fuerte y efectivo. El estridente acorde de guitarra fue el lanzamiento perfecto" dijo a Mark Lewisohn en The Complete Beatles Recording Sessions.
En el libro de 2021, The Lyrics: 1956 to the Present, Paul McCartney señaló que no tiene muy claro aún cómo es realmente ese acorde. "Se ha hablado mucho del acorde inicial de la canción. Aún no sé qué es. Si me pidieras que lo tocara, no podría; Tendría que solucionarlo. Creo que puede haber dos acordes ahí, un G (Sol) y un F (Fa)".
Por su parte, en 2001 a George Harrison le preguntaron qué notas tocó en la icónica intro. "Es Fa con Sol arriba (en la guitarra de 12 cuerdas), pero tendrás que preguntarle a Paul sobre la nota del bajo para entender la historia completa".
Durante años, los fanáticos recurrieron a distintas versiones de la grabación original para analizar el sonido. Uno de los análisis arrojó que efectivamente Harrison estaba tocando un acorde de Fa con un sol en la cuerda más alta, y que con el pulgar tocaba un fa grave. Similar a lo que John Lennon hacía en su guitarra acústica (aunque algunos dicen que tocó una nota do extra por error).
Paul McCartney tocó un re en el bajo, y el gran secreto es George Martin tocando en el piano. El productor habría agregado simultáneamente un acorde con las notas sol, re y do en disintas octavas.
Todo esto, mezclado con Ringo Starr, tocando la caja y el platillo, crea el sonido icónico del tercer álbum de The Beatles.