Phil Collins es uno de esos músicos que son muy completos tanto en una banda como en proyectos personales.
Desde su juventud, tuvo un nexo muy importante con la industria musical, donde ya se podía ver que se convertiría en una estrella.
Con millones de discos vendidos en todo el mundo y muchas giras bajo su legado, sin dudas la rompió en una escala brutal. Teniendo en cuenta además que tiene una muy llamativa y querida voz.
Y la verdad, teniendo tantos atributos, era muy difícil que no triunfara a lo grande, pues también era dotado en la batería.
Tocando este instrumento fue cómo se hizo conocido con Genesis, con quienes saltaron al estrellato máximo.
De hecho, este intérprete tiene una historia muy peculiar en cuanto a su entrada a la agrupación. Pues en ella usó su ingenio y todo salió de maravilla.
Una jugada que valió mucho para Phil Collins
Nunca es fácil para un músico entrar a una banda y mucho menos cuando esta ya está formada y con material hecho.
Esto es lo que le pasó al batero y cantante el día que se postuló al que sería su icónico grupo y salto a la fama.
Las pruebas fueron según Rock FM en la mismísima casa de los padres de Peter Gabriel, que era una granja y Phil Collins tenía mucha competencia.
Ese día era muy caluroso y habían varios postulantes, por lo que Gabriel le ofreció darse un baño en la piscina mientras esperaba su turno.
Dentro del balneario, el batero se dio cuenta de que podía escuchar la prueba que tenían los demás músicos, por lo que se le ocurrió algo brillante. Se puso a escuchar y memorizar las canciones que le iban a hacer tocar, para causar una gran impresión.
Ya cuando fue su turno sabía perfectamente lo que tenía que hacer y fiel a su estilo tocó de maravilla, consiguiendo el ansiado puesto.
Así fue cómo el destino lo puso en Genesis y el resto es historia pura.