Existe un mito moderno que dice que puedes correr el videojuego Doom en cualquier cosa. Literalmente cualquier cosa. Y es que, más que una hipótesis propia de nuestros tiempos, se ha convertido en un meme, con mucha gente intentando demostrar que esto es posible.
Así, el lema que dice que "si tiene una pantalla, puedes correr Doom en ello" se ha vuelto un pasatiempo para quienes buscan ejecutar el juego en los dispositivos más inverosímiles: una máquina de ultrasonido, un cajero automático e incluso en una calculadora científica energizada literalmente por... papas.
¿Es eso ir más allá? Quien ejecutó el juego en bacterias intestinales debió creer que los ejemplos anteriores no fueron lo suficientemente lejos.
Doom ejecutado en E. Coli
La hazaña fue lograda por Lauren Ramlan, estudiante del doctorado en biotecnología del Massachusetts Institute of Technology.
Según informó Rock Paper Shotgun, se logró ejecutar Doom en una pequeña pantalla de apenas 32 x 48 pixeles. La pantalla está hecha dentro de una pared celular, compuesta solo por bacterias Escherichia coli, microorganismo que se encuentra en los intestinos de seres humanos y también de animales.
Cada célula funciona como un pixel individual, el cual se va iluminando conforme se le aplica una proteína fluorescente. De este modo, el juego se renderiza en dicha pantalla celular.
¿Se puede jugar?
Respuesta corta: no. Para poder jugar a Doom en este "dispositivo", es necesario poder dotarlo con el código del juego.
Por otra parte, y aunque estas bacterias pudieran ejecutar el juego de manera más o menos funcional, intentar jugarlo resultaría en un fastidio absoluto.
Esto de debe a que las células toman poco más de una hora (70 minutos) para iluminarse. Por otro lado, para volver a su estado original (en el que no requieren ser iluminadas), requieren 8 horas y 20 minutos, haciéndolo imposible de jugar en la práctica.
Dado que el juego corre a un máximo de 35 cuadros por segundo, para completarlo tomaría la no despreciable cantidad de 599 años. Ciertamente, un desafío fuera del alcance de cualquier mortal.