Cuando se habla de un guitarrista legendario que inspiró a millones de artistas, es imposible no referirse a Jimmy Page.
Desde que inició en el mundo de la música junto a sus compañeros de Led Zeppelin, dio a conocer que no sería uno del montón.
Su habilidad para tocar la guitarra, era realmente de otro nivel, deslumbrando a todos con sus icónicos riffs y melódicos solos.
Lamentablemente, la banda no duró mucho debido a la muerte del baterista, John Bonham, pero el legado de ésta y de Jimmy Page se expandió hasta estos días.
Cuando este artista deslumbraba a todos por sus solos luego de su paso por Led Zeppelin, le ocurrió una anécdota recordada por muchas personas. Esto porque estuvo directamente relacionada con nada más y nada menos que la reina Isabel II.
Un embarazoso momento vivido entre Jimmy Page y la realeza
Para contextualizar, todo se dio en el año 2005, cuando leyendas de la guitarra como Brian May, Jeff Beck, Eric Clapton y el mismísimo Page, fueron invitados a conocer a la reina Isabel II.
Esto tuvo lugar en el emblemático palacio Palacio de Buckingham, debido a que estos cuatro músicos son considerados como emblemas de la cultura británica.
Sin embargo, no se esperaban que vivirían uno de los momentos más incomodos de su vida, debido al poco conocimiento del rock que tenía su majestad.
Resulta que cuando llegaron donde estaba la reina, ella los empezó a saludar uno a uno, pero rápidamente se dieron cuenta que no los conocía del todo. Esto debido a que al saludar primero a Brian May, ella ni siquiera recordó que tocó para ella en un homenaje.
Después de esto, era el turno de Jimmy Page, al que Isabel II le preguntó si también era guitarrista, a lo que tuvo que responder rápidamente para explicarle quién era. Seguido de que el mismo Brian May le mencionó a la reina que: “Jimmy es uno de mis héroes”. Led Zeppelin fueron... un modelo”.
Eric Clapton y Jeff Beck, también cayeron en la misma situación, pero se adelantaron a los hechos. Dándole a conocer sus nombres antes de que se les preguntara.
Sin dudas una situación bastante vergonzosa para Jimmy Page y sus colegas. Puesto que son músicos de talla mundial, que no están acostumbrados a que no se les conozca.