Es de conocimiento general, que la saga de Star Wars es una de las que más posee personajes importantes para la trama.
Y es que aunque obviamente existen los principales, los segundarios también tienen un rol fundamental. Recibiendo un protagonismo especial, acabando siendo amados por los fans.
Muchos son los casos en los que esta cualidad se repite en la franquicia, gracias a la historia interesante que posee.
En esta misma línea, hay un patrón que se sigue dando, pero todo este fenómeno comenzó desde el principio, con la trilogía original.
Hay un ejemplo de un importante personaje que fue clave en "El Retorno del Jedi", el cual poseía un aspecto muy extraño.
Años más tarde, se dio a conocer la razón por la que los responsables de la cinta no quisieron mejorar de cierta forma su rostro.
Una cualidad que no merece cambio según los guionistas de Star Wars
A decir verdad, no hay una fórmula que establezca que sí o sí, los personajes deben ser de una manera definitiva. Sin embargo, se repite bastante una tendencia, de hacer que los principales, resulten ser más atractivos.
Esto se suele dar desde las primeras filmaciones que saltaron y la rompieron en la pantalla grande.
Tanto en hombres como mujeres, ese detalle, se volvió algo casi necesario, para poder generar distintos sentimientos en el espectador.
No obstante, este estereotipo no fue suficiente para Star Wars, quienes revirtieron la situación en los años 80'.
Resulta que la sexta película de la saga principal, cuenta con un almirante llamado Ackbar.
Richard Manquard, habló en su momento sobre el diseño peculiar del personaje, el cual muchas veces generó sensaciones raras en los fans.
"Creo que es bueno decir a los niños que la gente buena no es necesariamente guapa y que la gente mala no es necesariamente fea", estableció el cineasta.
Aún así, el Almirante Ackbar terminó siendo muy querido por los fanáticos, quienes además destacaron su celebre frase "Es una trampa".