Titanic es uno de los títulos más relevantes del cine. Estrenada en 1997 y habiendo obtenido 11 premios Oscar, la película sigue dando que hablar.
Y es que intentar recrear algo de la magnitud del barco que "ni siquiera Dios podría hundir" requirió ciertas soluciones ingeniosas.
James Cameron, su director, reveló recientemente un truco que permitió hacer que los espectadores percibieran todo de un tamaño mayor al que era realmente.
En conversación con Los Angeles Times, Cameron reconoció que hubo errores de cálculo incluso antes del rodaje. "La escala de todo estaba más allá de lo que imaginamos en términos de nuestra experiencia anterior". Debido a ello, decidieron recurrir a la técnica de la perspectiva.
El truco de James Cameron
James Cameron, quien también estuvo a cargo de dirigir Avatar, comentó que el peculiar truco implicó contratar personas con un requisito de estatura bastante específico.
"Solo seleccionamos a actores que hicieran que el set luciera más grande. Cualquier persona que midiera más de 1,70 metros no la elegíamos". El director de Titanic también reconoció que "es como si hubiéramos tenido un millón de dólares extra del casting".
Otro truco estuvo relacionado con el momento en que se hundía el barco: "Lo más inteligente que hicimos fue hacer el naufragio para el final. No fue a causa de una estrategia", sino simplemente porque si se hundía el set primero, no se vería bien al subirlo de nuevo a la mañana siguiente.
"Si el estudio se hubiera salido con la suya, habrían cortado todo el hundimiento del barco", señaló James Cameron.
La película tuvo un presupuesto de 200 millones de dólares, equivalentes a unos $382,618,068 dólares hoy, y en su momento fue la película más cara de producir. Además, fue la producción que más dinero recaudó, hasta que el récord fue batido por el mismo Cameron gracias a Avatar en 2009.