En el mundo actoral, pocos son los profesionales que tienen una carrera tan reconocida como la de Gary Oldman.
Transformándose en un ícono de varias franquicias, este famoso actor se ganó un lugar muy especial en el cariño de los fanáticos.
Producciones como J.F.K, Drácula y Oppenheimer, son solo algunos eslabones en los que mostró su destreza tras las cámaras.
Sin embargo, según confirma el mismo Oldman, hubo un periodo de su vida, en el que su nivel no estuvo al cien. Dejándolo algo fuera de pelea y un poco afligido por todo esto.
Aún así, hubo dos grandes sagas, que lo pusieron de nuevo en ruta, ayudándole de manera brutal para salir adelante. Las cuales recuerda con mucho cariño y respeto.
Esperanzas que cayeron del cielo para Gary Oldman
En la vida de todo profesional, no solamente en el cine, suele pasar que las cosas no van bien en cierto tiempo. Finalmente de eso se trata todo lo que existe en el mundo labora.
Aún así, siempre viene algo que detiene la dura tormenta y hace que termine escampando para bien.
En el año 2001, por ejemplo, todo iba en picada para Oldman, pues se separó de su mujer después de cinco años. Además enfrentó un juicio en el que se jugaba la custodia de sus hijos.
Aún así, cuando estuvo golpeado con repercusiones en la industria del cine, llegaron dos opciones en esa década que lo sacaron del hoyo.
Se tratan de nada más y nada menos que de Harry Potter y Batman, las cuales le sirvieron como un verdadero trampolín para volver arriba según corroboró Mundo Diario.
"Gracias a Dios por Harry Potter. Gracias a Dios por las dos, 'Batman' y 'Harry Potter'. Me salvaron, porque significaba que podía hacer la menor cantidad de trabajo por la mayor cantidad de dinero y luego estar en casa con los niños. Cuando hicimos la primera Batman... Londres era Gotham. Hice 27 viajes de ida y vuelta volando desde Los Ángeles. Volaba por un día. Hacía una toma al día. Para crédito de Chris Nolan... cumplió con el calendario. Iba a casa por tres días. Volvía por dos. Iba a casa por un fin de semana. Volvía por un día... de no ser así, sentía que mis hijos estaban siendo criados por una niñera", detalló Gary Oldman.
Finalmente, estos forjaron su carrera demasiado, poniéndolo en la ruta correcta, la cual terminó con un Oscar con el pasar de los años, gracias a su interpretación como Winston Churchill en 'El instante más oscuro'.