Batman es sin ningún tipo de dudas, uno de los personajes más conocidos en la historia de la animación.
Desde sus primeras apariciones en los cómics de DC, el hombre murciélago supo hacer de las suyas para establecerse como un ícono que trascendería con el tiempo.
Tras muchas historietas y algunas películas, el legado de este mítico personaje se acrecentó de manera brutal. Legado que sigue más que vigente, sobre todo en el mundo cinematográfico.
Dentro de la historia de este antihéroe que encarna Bruce Wayne, existen varios momentos que forjaron su personalidad. La mayoría de estas son muy trágicas, algo que puso a prueba muchas veces su coraje y valentía.
Sin embargo, existe uno que lo marcó mucho, generando una herida imborrable en sus sentimientos.
Un suceso que no sería para nada fácil en la vida de Batman
No es menor que se pueda escoger una de las tragedias que sufrió Wayne en su historia. Desde que era pequeño, fue testigo de la muerte de sus padres.
Pero aún teniendo a esa memoria ahí, existe una peor, que le dolió mucho más a Batman, debido al vínculo y la edad que tenía en ese entonces.
Esta vendría siendo nada más y nada menos, que la muerte de su compañero más íntimo, que lo acompañó muchos años. Presenciar lo que fue el fallecimiento de Robin, es por escándalo lo peor que vivió.
Se trata de Jason Todd, quien le daba vida al ayudante del murciélago, el cual pereció en el arco de Muerte de la Familia. Todo ocurrió según Mundo Deportivo, cuando trataron de detener al Joker; este villano golpeó a Jason con una palanca y lo dejó morir en la explosión de un almacén.
De aquel suceso, Batman nunca lo pudo olvidar, ni siquiera con el paso del tiempo, en el que se culpó y se adjudicó la responsabilidad de todo.