Este lunes 27 de noviembre, la Real Academia Española (RAE) presenta la última revisión de su diccionario. Como cada año, esta revisión implica algunos cambios que busca representar de mejor forma la lingüística actual, sumando, restando o cambiando algunos términos.
Lo que llamó bastante la atención este año fue que se sumaran cerca de 65 palabras vinculadas a la crisis climática. En Un País Generoso conversamos con el doctor en lingüística, Ricardo Martínez, sobre cómo funciona este proceso.
¿Cómo funcionan las actualizaciones del diccionario de la RAE?
Según nos explica el lingüista Ricardo Martínez, el proceso para actualizar el diccionario de la RAE depende de las academias de los distintos países hispanohablantes. Académicas y académicas se reúnen para ir definiendo las palabras cuyo uso va popularizándose o cobrando mayor sentido.
"Las academias dicen qué entra y qué sale", comenta Martínez. Además, señala que hay casos que algunas palabras pueden entrar, pero aclarando que son específicas para un país y su cultura. Además, se señala que no siempre estas inclusiones refieren a nuevas palabras como tal, sino que a ediciones.
Por ejemplo, una palabra ya incluida por la RAE puede tener modificaciones en sus acepciones, es decir, los sentidos en los que se utiliza este término. Así, este año se borraron acepciones a palabras como "abogado", aunque esta ya estaba incluida desde antes.
Además, señala que la RAE en algunas ocasiones puede incluir palabras "mal usadas" dependiendo de la popularidad de su uso. Tal es el caso de "hubieron" en vez de "hubo", que puede ser considerada pese al estar mal empleada.
Debido a que la crisis climática es un tema de discusión muy importante actualmente, la Real Academia Española decidió sumar 65 palabras vinculadas a esta problemática. Así, se demuestra cómo los cambios sociales, políticos, culturales y, en este caso, climáticos, también pueden afectar cómo vemos el lenguaje.