El documentalista Pepe Rovano capturó su propia complicada historia parental, en la que tras buscar a su padre, descubrió que era un genocida.
El filme tomó 15 años de su vida en producción y retrata el momento en que su padre biológico es un condenado por crímenes de lesa humanidad, por lo que decide conocerlo y vivir junto a él sus últimos años de vida.
¿Cómo fue realizar este documental tan personal?
En conversación con Un País Generoso, contó fue "Fue un trabajo que me demoré 15 años en realizar. Y 15 años probablemente, qué es lo que se demora uno en vivir una historia en la familia en realidad".
Pepe Rovano relató la historia que lo llevó a este descubrimiento. "Bueno, yo soy hijo de madre soltera. Conocí la historia de mi padre a los 35 años, cuando no vivía en Chile. Y para mí fue un balde de agua fría".
"Hace 15 años atrás, cuando me enteré quién era mi padre, la primera reacción es 'no lo quiero conocer. No quiero ser hijo un criminal no es mi padre, no lo he conocido'. Y me costó, te digo yo creo como 3, 4 años asimilar la noticia y de querer buscarlo querer conocerlo y venirme Chile a vivir cerca de él. No vivíamos juntos vivíamos en el mismo barrio en un barrio muy hermoso llamado Recreo" recordó.
La historia que tiene sus altos y bajos, según cuenta Pepe Rovano, y dice que está "llena de contradicciones y llena de miedos también. Miedos de enfrentarme un criminal, miedo de enfrentarme una nueva familia, miedo de volver homosexual a un país tremendamente homofóbico como el nuestro. Y miedo a enfrentarme a las víctimas de mi padre también".
"Todo ha sido un proceso de altos y bajos donde yo durante mucho tiempo me sentí que era como el único hijo de genocida que condenará a las violación los derechos humanos de su padre. Hasta que el año 2017 encontré a otras tres compañeras argentinas, que en la más absoluta soledad estaban marchando también contra sus padres".
Hablar con ellas lo ayudó, nos cuenta.. "Juntas decidimos formar lo que se llama Historia Desobediente, que un colectivo internacional que reúne a hijas, hijos y familiares de genocidas por la memoria, la verdad y la justicia".
Cómo fue conocer a su padre siendo un genocida
Luego de enterarse de que su padre era un genocida de la dictadura de Pinochet, lo buscó y dio con él, enterándose de su paradero. Finalmente se encontraron en Viña del Mar, y vivieron en el mismo barrio.
"Y me dio esa cosa como media rara, que le da a los hijos guachos de empezar una relación con este padre (que era un criminal), una relación a distancia, telefónica de querer decirle a alguien papá. Hasta que viajé a Europa y me va a contar que se está muriendo y que lo más bonito que le haya pasado en la vida era encontrarme".
"Después me pide justamente que venga Chile porque se va a casar antes de morirse con su mujer. Y ahí me quedo acá cinco años, viviendo cerca de él y conozco a toda una nueva familia. Y empiezo a compartir con ellos y era todo bastante cordial, hasta que le cuento que soy homosexual y ahí cambia todo". No solo eso, sino que lo desheredan y la familia lo rechazó.
"Después me dio la indiá. Y los demandé. Los demandé uno por uno a mi padre muerto, anda, sacándome de el muertito el cajón; a su mujer y a mis hermanas con las cuales yo había tenido una excelente relación también" contó Pepe Ravano.
“Bastardo: La Herencia de Un Genocida” es el documental que se estrenó el jueves 31 y tomó más de 14 años de producción🎥 #UnPaisGeneroso habla con Pepe Rovano director y protagonista del documental📺 94.1 y https://t.co/S0PQi556Bn con la conversación pic.twitter.com/OwybCRhtjg
— Rock&Pop 94.1 (@rockandpop) September 4, 2023
"Me pasó una cosa bien loca en realidad, que yo creo que nos pasa a todos los hijos guachos. Que hubo un momento que, pese a saber que era un criminal, como que lo quería salvar" relató Pepe Rovano.
"Yo creo que la película hubiese sido otra, si él al menos me hubiera reconocido que participó en estos crímenes, o por último que me hubiera dicho, 'sabes qué, tenía 20 años me ordenaron hacer esto yo no lo quería hacer, pero había alguien más'. Pero nunca lo hizo nunca se me arrepintió pese a su condena, nunca nunca colaboró con la justicia" agregó.
¿Y lo logró perdonar? "Traté, pero fracasé en ese intento. Me hubiera gustado perdonarlo no solamente por los crímenes, sino que por su ausencia, que también es un tema mucho más importante. En realidad traté de perdonar lo hice todo lo posible por perdonarlo hice todo lo posible por entender su justificación, pero nunca lo pude hacer".
Para ver "Bastardo. La Herencia de un genocida", estará en las salas Miradoc de Arica a Punta Arenas que están en www.miradoc.cl.