Aaron Paul mostró su apoyo a la huelga del Sindicato de Actores de Hollywood y compartió su propia experiencia con la industria. El actor, conocido por interpretar a Jesse Pinkman en Breaking Bad, reveló cuánto es lo que le pagan por las regalías que produce la exitosa serie.
Más bien, reveló cuanto NO le pagan por su trabajo en la serie. Y es que el ganador del Emmy sorprendió al revelar que no recibe ni un solo peso por parte de Netflix, pese a que la serie lleva bastante en el catálogo de la plataforma.
¿Qué dijo Aaron Paul?
En conversación con The Independent, Aaron Paul mostró su apoyo a la huelga del Sindicato de Actores de Hollywood. Especialmente a las protestas contra el no pago de las regalías por los trabajos hechos en series disponibles en plataformas de streaming.
"Para ser honesto, no recibo ni un solo peso de Netflix por Breaking Bad y eso es una locura para mí", reveló el actor detrás de Jesse Pinkman en la icónica serie. "Muchos servicios de streaming saben que se están saliendo con la suya al no pagarle lo justo a la gente y es momento de ponerse las manos a la obra", continuó.
Cabe señalar que Breaking Bad es una serie original de AMC, pero desde hace años que está en el catálogo de Netflix tanto en Chile como en el mundo. En una cadena tradicional de televisión, los actores reciben "regalías" por las repeticiones de los programas en los que trabajaron.
Sin embargo, el caso de las plataformas de streaming son distintos. Estos no "repiten" las series como tal, pero los usuarios pueden verlas una y otra vez. Debido a la popularidad de estos servicios y lo mucho que ganan con estas series, los actores demandan que se le compensen con las regalías que generan sus series en rotación.
Los dichos de Aaron Paul fueron compartidos por su compañero en Breaking Bad, Jesse Plemons. "La forma en la que las cosas eran hace 10 años tenían mucho sentido y eran más posible para los actores que trabajan igual de duro", afirmó.
Las regalías es solo una de las demandas en el centro de la huelga de actores. Sin embargo, en camino a los dos meses desde su paralización, no parece haber una pronta solución para sus conflictos.