Alice Cooper se sinceró sobre su gran problemas con las bandas de rock modernas. El músico, que es conocido por ser bastante honesto con sus opiniones, criticó a algunos de los grupos actuales del género, destacando las diferencias entre estos y la música de su generación.
Específicamente, el "Padrino del Shock Rock" explicó por qué le molestan los nombres que se ponen algunos de los grupos más modernos. Así, aunque aplaudió algunos aspectos, señaló que les falta el empuje que tenía las bandas contemporánea a él.
¿Qué dijo Alice Cooper?
En conversación con Vulture, Alice Cooper habló sobre el estado del rock actual y su gran problemas con las bandas modernas. Aunque reconoció que hay muy buenos grupos, confesó que desde el nombre que se ponen que se nota la diferencia entre generaciones.
"Este es el problema y de alguna forma puede ser algo bueno. Cuando piensas en Guns N' Roses, cuando piensas en Mötley Crüe, en Aerosmith, hay una especie de provocación y peligro", comenzó el músico en referencia a algunas de las bandas clásicas del rock.
"Cuando piensas en Vampire Weekend o Tame Impala, yo digo, '¿quién quiere llamarse Tame Impala?'", continuó Alice Cooper en referencia al proyecto de Kevin Parker. "¡Son una banda de rock! Tengo el mismo problema con el baseball. Por qué llamaría a tu equipo algo como Orioles", señaló sobre su molestia.
Así, explicó que no tiene problemas con la música de estos grupos como tal, sino que la forma en la que se presentan. "Vampire Weekend estuvo en Saturday Night Live y yo esperaba vampiros. Tuvieron el atrevimiento de salir a tocar el teclado y usar poleras de golf tipo polo", ejemplificó Alice Cooper sobre el grupo de Ezra Koening.
Además, señaló que fue un "desperdicio de un gran nombre" al no utilizar referencias a vampiros o algo similar. "Debieron llamarse Los Tipos que cortan el Césped. Creo que desperdiciaron el chiste", bromeó el músico.
Después de todo, Alice Cooper viene de la escena del shock rock, donde las presentaciones en vivo y la forma en la que se presentan suele ser bastante exagerada y extravagante. Algo muy distinto a la mayoría de las bandas de rock de las últimas décadas.