Cuándo alguien habla sobre una de las máximas estrellas mundiales de la música, es imposible que no mencione a Michael Jackson.
Desde pequeño, este artista hacía presagiar que se convertiría en todo un ícono, gracias a su increíble voz y talento.
Sin embargo, fue en su carrera como solista, donde se ocasionó el despegue definitivo, de quién sería el rey del pop.
Durante el periodo donde recién Jackson, empezó sus proyectos fuera del grupo con sus hermanos, se topó en una fiesta con Paul McCartney.
Estos llegaron a compartir un rato y Paul le confesó que le había escrito una canción, la cual hizo que luego de escucharla, Michael le pida su número para afinar detalles.
Esto con el fin de llegar a grabarla y sacarla en un próximo disco en aquella época.
Esta se llamaba Girlfriend, y terminó siendo grabada por los dos por separado.
Un proyecto para Michael Jackson que no se concretó
A pesar de todo el entusiasmo que se dio, no se pudo llevar al cabo la proposición, ya que mucha agua corrió bajo el puente.
Distintos factores imposibilitaron que se diera cómo ellos querían.
Sin embargo, Paul terminó grabando la canción y poniéndola en su disco "Wings".
Ante esto, según corrobora el medio Indie Hoy, el manager de ese entonces de Jackson, le ofreció grabarla en su disco debut como solista.
Esto terminó sucediendo, pero ocasionó que algún tiempo después, estos dos exponentes terminaran peleados. Todo debido a un problema de regalías, lo que hizo enojar un poco a Paul.
"Hablé con él al respecto, pero no me contestó. Seguía diciendo: 'Eso es solo un negocio, Paul'. Entonces, pensé: 'Sí, lo es', y esperé una respuesta, pero nunca llegamos a eso... No fue una gran pelea. Nos separamos un poco después de eso”, dijo Paul McCartney debido a la situación.
Este quiebre no fue tan definitivo, puesto que luego terminarían grabando algunos éxitos juntos, como "The Girl is Mine" y "Say Say Say".
