Hoy, 28 de junio, se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, y uno de los símbolos que más se usan para representar a la comunidad es la bandera arcoiris, adoptada hace 45 años.
Sin embargo la bandera que conocemos ahora no es la misma que se diseñó en esa época, y ha pasado por varios cambios. Aquí te contamos la historia.
La historia de la Bandera Arcoíris como símbolo LGBTIQ+
La creación de la famosa bandera arcoíris se remonta a 1978, cuando al artista estadounidense Gilbert Baker ideó, a propuesta del influyente activista y político homosexual Harvey Milk, un símbolo que uniera a toda la comunidad homosexual y se convirtiese en un elemento reivindicativo.
Distintas versiones de la bandera
El resultado fue la bandera arcoíris, que en su origen tenía ocho colores y representaban distintos aspectos de la vida: rosa para la sexualidad, rojo para la vida, naranja para la curación, amarilla para la luz del sol, verde para la naturaleza, azul turquesa para el arte, azul índigo para la serenidad y el violeta para el espíritu. Aunque Cleve Jones dijo en 2017 que "honestamente, creo que ese significado lo inventó después" a Great Big Story.
Más adelante, conforme aumentó la popularidad de la bandera, el color rosa se volvió muy caro de manufacturar para Baker, por lo que quedó en una versión de 7 colores.
Al año siguiente, en 1979, Gilbert Baker quiso decorar las farolas a lo largo de la ruta de la marcha de aquel año con los colores del arcoíris. Para eso, decidió dividir el motivo en dos, quedando tres colores por lado. Es por eso que el azul reemplazó al turquesa y al índigo, quedando como la bandera de 6 colores.
A lo largo de los años, se han creado varias variantes de la bandera, uno de los más populares siendo la Bandera del Progreso, creada por Daniel Quasar en 2018. Este diseño mezcló los colores café y negro, representativos de los movimientos antirracistas, y los colores de la bandera trans (rosado, blanco y celeste) como un triángulo en el lado izquierdo de la bandera.