Las icónicas canciones de La Sirenita están cobrando una nueva vida gracias a la película live-action que se estrenó en los cines. Los temas que conquistaron por primera vez en 1989 vuelven a impactar a una nueva generación, que conocen por primera vez estas bellas composiciones.
Sin embargo, no muchos conocen la historia detrás del compositor que estuvo a cargo de estas canciones. Una pieza fundamental en la era del Renacimiento de Disney, pero que lamentablemente falleció solo años después de la película.
El compositor de las canciones de La Sirenita y su trágica historia
Aunque quizás no conozcas su nombre, Howard Ashman es una de las personas más importantes de la historia de Disney. Entre finales de los 80s y comienzo de los 90s, el compositor estadounidense estuvo a cargo de la música de icónicas películas.
Una historia que comenzó en 1988, cuando Ashman fue elegido para escribir las canciones de La Sirenita. Después de trabajar en uno de los temas de Oliver y su pandilla, el músico quedó a cargo de la banda sonora de esta adaptación del clásico de Hans Christian Andersen.
Howard Ashman era un letrista con experiencia en el teatro musical, por lo que tenía una visión clara de cómo quería que sonaran las canciones. Recibió ayuda de quien se convertiría en su gran amigo y colaborador, Alan Menken, quien hizo la música que acompañaría sus letras.
Tan comprometido estaba en el proyecto, que no solo creó las canciones de La Sirenita, sino que también trabajó como productor. Así, hizo sus propios demos de las canciones y trabajó codo a codo con Jodi Benson, la actriz de voz de Ariel.
Sin embargo, detrás de escenas, el músico pasaba por un difícil momento. En plena producción de La Sirenita, Howard Ashman fue diagnosticado con VIH/SIDA, en una época donde la estigmatización de esta se encontraba en lo más alto y quienes vivían con el virus eran rechazados.
Después de estrenar La Sirenita y ganar el Oscar por Under the Sea, la salud de Ashman comenzó a deteriorarse. Tras esto, el compositor le contó su secreto a su gran amigo, asustado de que Disney lo despidiera y no pudiera seguir trabajando en la industria.
Under the Sea gana el Oscar
"No quería contarte porque no sabía cómo reaccionaría Disney. Aquí estoy, como un hombre gay, trabajando en una película para niños y no quería que me despidieran", fue la frase que Ashman le dijo a Menken.
Sin embargo, Howard continuó trabajando para Disney. Desde su hogar debido al tratamiento que estaba siguiendo, el escritor comenzó a componer las canciones de La Bella y la Bestia, una de las películas más aclamadas en la historia del estudio.
Su despedida
"Él logró completar todas las sesiones de grabación", señala Menken en Howard, el documental que cuenta la historia del compositor de las canciones de La Sirenita. Para el final, Ashman había perdido la vista, apenas podías hablar y aún así daba indicaciones desde su cama para asegurarse del éxito de la película.
Lamentablemente, jamás alcanzó a ver La Bella y la Bestia. Howard Ashman murió el 14 de marzo de 1991, meses antes del estreno de la película animada. Este no alcanzó a ver el impacto que tendrían estas canciones, consideradas de las más importantes de Disney.
En los Premios Oscar de 1992, donde Ashman volvió a ganar la estatuilla a Mejor Canción Original, la estatuilla fue recibida por su pareja, Bill Lauch. Fue una de las primeras muestras positivas de una pareja homosexual en un evento como este y marcó un importante precedente en la industria.
La historia de Howard Ashman y sus canciones para La Sirenita, La Bella y la Bestia y Hercules, pueden verse en el documental Howard, disponible en Disney+.