Chile se transformó en el primer país de Latinoamérica en alcanzar el sobregiro ecológico, este lamentable logro representa que Chile está sacrificando más temprano cada año los recursos.
Para conversar y explicar qué significa esto, vino Matías Asun, director de Greenpeace Chile hace 12 años a Un País Generoso.
Cuál es el impacto de Chile y su sobregiro ecológico
"El sobregiro ecológico se calcula sobre la capacidad que tiene teóricamente la Tierra a través de grandes indicadores (como capacidad de los bosques de regenerarse, capacidad de absorber carbono, capacidad de los océanos de producir pesquerías, etc). Esos conceptos medidos en espacio (cantidad de hectáreas)", y calcular "qué capacidad tenemos como país para regenerar los recursos que estamos extrayendo del planeta. Y ser el primer país de Latinoamérica que lo consigue es muy malo porque aún nos quedan 230 días de deuda.
Esto a nivel planetario significa que estamos necesitando 1,75 planetas para la vida que estamos llevando en este planeta. Y ese otro ,75 es lo que estamos traduciendo en daño y adeudándolo a la línea de cred que no tenemos para el prox año.
Este overshoot day está ocurriendo cada vez antes. "Primero es Qatar, en febrero viene EE.UU. Canadá y otros países que tienen una insostenibilidad gigantesca. En el fondo ser el primer país de Latinoamérica habla de los límites que está teniendo una economía basada en la extracción de recursos naturales que tenemos en Chile" señaló Matías Asun.
Sin embargo, si entramos en específico la situación es peor. "En el caso puntual de Chile la situación es todavía más compleja todavía porque estamos hablando de la capacidad de los ecosistemas cuya data se puede obtener a través de imágenes satelitales: calidad de océanos, cantidad de pesquerías, sobre todos cantidad de bosques" explica el director de Greenpeace Chile.
"Pero en Chile tenemos un problema adicional" agrega. Tenemos cuencas que están hasta 7 veces sobreentregadas. Es decir, hay 7 veces más dueños de agua de la que realmente hay. Lo que significa que los que están en las nacientes de las cuencas, fundamentalmente operaciones mineras, extraen todo el agua que necesitan pero, como palo gallinero, va cada vez cayendo menos agua para abajo.
Y este impacto no se considera en este dato del sobregiro ecokógico. Sería mucho peor si consideráremos, por ejemplo el daño medioambiental al agua en lugares como en Quintero y Puchuncaví, o el impacto medioambiental de las salmoneras en el suelo marino, señala Asun.
