El ambiente en Múnich era oscuro y siniestro alrededor del Kurt Cobain. El cantante de Nirvana se encontraba sumido en una abulia total en la que sería la última presentación del grupo.
Días antes, en Eslovenia, Cobain les había dicho a sus compañeros de banda, Krist Novoselic y Dave Grohl, que quería terminar la gira, para la sorpresa de ninguno de ellos. Sin embargo esto le costaría a Nirvana decenas de miles de dólares, ya que la banda de Seattle no había contratado un seguro de cancelación en la gira, que estaba programada para terminar en Dublín, Irlanda, el 8 de abril.
“Entonces, si alguien muriera, ¿todavía tendríamos que hacer los shows?” habría preguntado Cobain sarcásticamente, según consignó el medio Classic Rock.
La última actuación de Kurt Cobain en Nirvana
El cantante de Nirvana se subió al escenario del club Terminal Einz de Munch la noche del 1 de marzo, con cero energía, casi como en piloto automático. Y la dificultad técnica que hizo que se cortara la energía a mitad del set solo no ayudó más a su estado anímico.
Cuando terminó el espectáculo, Cobain le dijo a su encargado de agendar los shows que cancelara el próximo concierto. Dos días después, en una habitación de hotel en Roma, Cobain escribió una nota de suicidio: “Al igual que Hamlet, tengo que elegir entre la vida y la muerte. Elijo la muerte”. E intentó quitarse la vida con una sobredosis de analgésicos.
"Así que Krist y yo nos comunicamos por teléfono", le dijo Dave Grohl a Classic Rock 15 años después. “Y luego alguien dice: ‘Está bien, solo está en coma, no está muerto’. Fue tan caótico y loco… fue tan extraño y surrealista que hace 28 horas estuviera con estas personas. Pero luego alguien llamó y dijo que murió, y perdí el control”.
"Llegó a casa y hablamos por teléfono", recordó Grohl. “Y le dije, 'Hombre, Kurt, carajo...'. No le dije que alguien me había dicho que había muerto, pero le dije que estaba aterrorizado y muy preocupado. Y realmente se disculpó, como, 'Lo siento, estaba de fiesta y bebiendo y no estaba prestando atención a lo que estaba haciendo'. Y dije: '¡Escucha, no creo que debas morir!', creo, bueno, entonces, ya sabes lo que pasó…”. Casi un mes después, el 5 de abril, Kurt se quitaría la vida.
La canción que cerró el set esa noche en Múnich fue "Heart-Shaped Box", la canción número 23 en el setlist de Nirvana. El single exitoso de In Utero (1993), sería la última canción que Kurt Cobain tocó en el escenario.
Los matices de su voz dicen más de lo que podrían las palabras. Escucha la última canción que tocó Kurt Cobain a continuación.