El 30 de enero de 1969, The Beatles tocaron juntos por última vez en la azotea del edificio de su empresa, Apple, en medio de un barrio de Londres, Reino Unido. Sin embargo, un momento tan épico tuvo un final muy abrupto debido a un policía.
Tal como lo vimos en el documental The Beatles: Get Back, que se estrenó a finales de 2021, un pequeño grupo de policías llegó hasta el edificio y subieron a la azotea para parar la performance de The Beatles.
La situación fue filmada por el grupo de documentalistas dirigidos por Michael Lindsay-Hogg. El equipo se encontraba filmando lo que eventualmente se convertiría en la película Let It Be, que coincidiría con el lanzamiento del último álbum del mismo nombre del cuarteto de Liverpool.
Aunque fueron amenazados cuando comenzaron a tocar, el policía que estaba allí ese día contó la verdad de la situación en ese momento.
El oficial de policía Ray Dagg tenía solo 19 años cuando intentó detener la actuación de The Beatles en la azotea del edificio. En ese momento, se habían presentado varias quejas por ruido, llamada al que Dagg tuvo que atender.
Las imágenes del concierto mostraron a algunos policías, incluido Dagg, amenazando con arrestar a la banda. Sin embargo, el hombre mismo ahora ha afirmado que sus palabras no fueron más que amenazas vacías.
Dijo que estaba "bluffeando", y señaló que realmente la banda y su equipo no corría realmente riesgo. Según confesó, no podía arrestar a los Beatles porque estaban en "propiedad privada".
El policía Ray Dagg, ahora de 72 años agregó que: "A los 19, estaba bastante entusiasmado y creo que probablemente podría haberlo hecho, y luego recibí las críticas por arresto injusto".
"Era solo trabajo", le dijo a The Mirror. "Y se ha convertido en todo esto. No sabía que nunca volverían a tocar juntos. Al menos hay algo en una película en alguna parte que mostrará para siempre que el oficial Ray Dagg clausuró a los Beatles. Si esa es mi imagen duradera de la vida , no esta mal."
Dagg, que ahora tiene más de 70 años, afirma que los cineastas de Let It Be le "ofrecieron 3,000 libras" para dejar el concierto. No aceptó el dinero, pero también lamenta esa decisión.
"Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, habría renunciado y tomado el dinero". Aunque no todo fue malo para él. El policía abandonó la fuerza seis años después, en 1975, y tuvo una exitosa carrera en ventas.