La cantante, que saltó a la fama a fines de la década de 1990 con el lanzamiento de su tercer álbum Come on Over, habló sobre los desafíos que enfrentó al crecer en Ontario (Canadá). En el mismo hogar que su madre, su padrastro y cuatro hermanos.
Shania Twain se refiere a su difícil infancia escapando del abuso sexual de su padrastro
En entrevista con The Sunday Times, Shania Twain dijo que se protegió del abuso sexual a manos de su padrastro mientras crecía, escondiendo sus senos. La cantante de 57 años dijo que su familia no era acomodada y que ella comenzó a actuar en bares a la edad de ocho años.
Aunque ahora parece sentirse cómoda abrazando la feminidad hoy, Shania Twain dijo que no le resultó natural como intérprete luego del abuso sexual y físico que experimentó en su infancia.
Cuando era una preadolescente, dijo que hacía todo lo posible para no mostrar el desarrollo de su cuerpo. "Me escondía y aplanaba mis senos. Usaba sostenes que eran demasiado pequeños para mí, y usaba dos, le restaba importancia hasta que no había nada de (esa) niña en mí".
"Hacía que fuese más fácil pasar desapercibida. Porque, Dios mío, fue terrible: no querías ser una niña en mi casa". Agregó al respecto.
"Me tomó mucho tiempo manejar esa ira"
No es la primera vez que Shania Twain detalla las dificultades por las que pasó cuando era niña. Primero reveló que había sufrido abuso físico y sexual por parte de su padrastro en su autobiografía de 2001 "From This Moment On".
En el libro, recordó casos en los que interrumpía físicamente las peleas de sus padres. Porque pensaba que su padrastro terminaría matando a su madre.
Sin embargo, en la entrevista, Shania Twain dijo que no fue el coraje sino la ira lo que la llevó a intervenir. "(Me) tomó mucho tiempo manejar esa ira. No quieres ser alguien que me ataque en la calle". Dijo. "Porque te arrancaré la cabeza si tengo la oportunidad".
Sus padres murieron en un accidente automovilístico cuando ella tenía 22 años. Pero, según ella, pasaría algún tiempo más hasta que dijera que encontró la confianza y el amor propio por su cuerpo.
"Podía hablar y contar una historia sobre mí, por la forma en que movía mi cuerpo, la caída de las telas, los colores, dónde estaba el foco". Dijo. “Nunca fui un exhibicionista por el simple hecho de decir, ya sabes, 'Mira mis tetas'. Era realmente yo misma entrando en mí misma. Fue una especie de metamorfosis".
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