Si bien ya han pasado más de 10 años desde el trágico accidente del Casa 212 Aviocar de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) en Juan Fernández, en el que murieron 21 personas, incluyendo al presentador de televisión, Felipe Camiroaga, y al periodista de TVN, Roberto Bruce, las investigaciones no ha dejado muy satisfecha a la opinión pública, generando todo tipo de especulaciones sobre lo que realmente ocurrió.
En una nueva edición de nuestro programa en Radio Rock And Pop, Un País Generoso, conducido por Iván Guerrero y Werne Núñez, conversamos con la periodista Tania Tamayo, autora del libro El Gran Vuelo Terrible. Investigación extensa sobre esta tragedia.
Accidente de Juan Fernández 2011: Los funcionarios de la FACh que "no querían hablar"
Con respecto a este proyecto que le tomó 2 años de entrevistas, viajes a terreno, y un resultado de 15 "tomos enormes" a la académica de la Universidad de Chile, ella pudo concluir que no habían investigaciones exhaustivas.
De hecho, cuenta que, al acceder a los testimonios de los familiares de los fallecidos, pero también de los pescadores y habitantes de Juan Fernández que participaron en la búsqueda del avión y de los fallecidos, "si no hubiera sido por ellos, y solo por la Armada de Chile, hubiera sido mucho menor el resultado".
Por esto mismo, Tamayo dijo. "Me pareció un poco impresentable que desde el comienzo fuera una historia como tragedia nacional". Esto a raíz de cómo se gestionaron las búsquedas.
Con respecto a las entrevistas "en off" que le realizó a algunos funcionarios de la FACh que "no querían hablar", dijo que "tiene que ver con una institución súper jerarquizada (...) Muchas personas que vivieron la situación, tenían información o fueron compañeros de la gente que ya no está e incluso desaparecieron (...) tenían miedo por (perder) lo laboral".
"Indiferencia de las instituciones del Estado"
A medida que fue conociendo los testimonios de las personas que protagonizaron las investigaciones, dice que "muy justificadamente, la gente tiene la sensación no de injusticia, pero sí de indiferencia de cómo el continente o las instuciones del Estado que debían desde siempre haber protegido y guardado nivelado por ejemplo ese aeródromo que tenia condiciones bien particulares y peligrosas, no fueron lo suficientemente considerados y además se encuentran con una tragedia de esta categoría luego del tsunami que afectó de manera brutal a la gente de Juan Fernández (en 2010)".
A más de una década de lo que pasó, Tamayo dice que "la gente de la isla esta muy preocupada de que es un lugar a donde no se puede llegar". Por lo que con este libro quiere reafirmar que "es un lugar que en 2011 habían condiciones paupérrimas en el aeródromo. Después del accidente, la Dirección General de Areonáutica Civil se puso las pilas".
Para la misma población de Juan Fernández, la periodista dice que "hay una sensación extraña de impunidad, pero también más alla, de haber rescatado y haber sido ellos quienes ayudaban a quienes (realmente) debían ayudar".
"Conflicto de interés" dentro del Gobierno
Con respecto a la justicia militar, Tamayo dice que el caso fue sobreseído en 2019, con la institución negando "que ellos habían sido los que generaron la orden de vuelo o que directamente la Asociación (de Aeronáutica Civil) se las había solicitado a ellos". Y agrega: "todos niegan haber recibido o generado esa orden, ni al Ministerio de Defensa ni a la Armada".
Incluso, reveló que había "conflicto de interés" debido a que Felipe Cubillos, líder del Desafío Levantemos Chile que falleció en el accidente, era cuñado del en ese entonces Ministro de Defensa, Andrés Allamand. Autoridad del Gobierno de Sebastián Piñera que habría aprobado la orden del Comandante en Jefe de la FACh, Jorge Rojas.
Por último, otro tema delicado que averiguó Tamayo, fue que una de las piloto que iba en el avión, "fue indicada (oficialmente) como la que piloteaba" varios meses antes del despegue. "Cuando era otro muchacho, que era Juan Pablo Mallea, pero que tenía mucha más relación con el comando de la FACh".
Con respecto a las búsquedas tras el accidente, cuenta que "unos buzos fueron en la noche con marejadas por cuatro horas". Y que incluso se lanzó a "comandos paracaidistas que eran cabros que no tenían instrucción de cómo buscar en profundidad".
Para finalizar, afirma que en toda esta investigación "se mantuvo un silencio muy acordado" dentro de las autoridades a las que les acusa negligencia por el accidente de Juan Fernández.
El libro está dividido en 5 capítulos titulados: Agua, Viento, Tierra, Fuego, Aire y Vacío. En referencia al proceso que implicó el accidente.
El libro El Gran Vuelo Terrible de Tania Tamayo puede comprarse en las principales librerías del país.