Las olas de calor y los eventos climáticos extremos serán parte del panorama nacional en los próximos meses y años, a causa de un acelerado cambio climático.
Hace tan solo un par de semanas hemos visto que Europa y Norteamérica son azotadas por grandes olas de calor. Llegando incluso a afectar el funcionamiento de las ciudades y a sus habitantes.
Por más lejano que veamos esto, se podría replicar en nuestro país durante el próximo verano. De hecho, expertos aseguran que el que viene (verano) podría ser el "más frío" del resto de los años.
¿Qué registros previos dan indicio de esto?
El año 2017, nuestro país vivió durante la época estival grandes incendios forestales que afectaron desde la zona central, llegando incluso al Biobío. En ese entonces, las temperaturas bordearon los 39° o 40° en localidades de la región del Maule.
Estas altas temperaturas, sumadas a la intensa sequía que se vive en el país, se convierten en factores claves para la ocurrencia de este tipo de siniestros climáticos, y expertos no descartan una nueva ocurrencia de estos.
¿Tendremos olas de calor?
La tendencia indica que las temperaturas están aumentando cerca de 1,1° Celcius, por sobre el promedio. Sin embargo, el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, cifró que esta podría rondar los 1,5° a 2° en el escenario más favorable, de aquí al año 2050.
Ante esto, no sería curioso que vivamos entre diciembre a marzo próximo, eventos de calor extremo. Sobre todo, estos se podrán percibir desde el centro del país hasta la región de Los Lagos aproximadamente.
¿Por qué? las razones climáticas que explican esto, se basan en la presencia del "Anticiclón del Pacífico" desde el norte del país hasta aproximadamente la parte sur de la región de Coquimbo. Este centro de "altas presiones" favorece a las localidades que se encuentran frente, a gozar de una estabilidad atmosférica. Mientras que aquellas que no lo están, tengan temperaturas y eventos climáticos variables.
Lo anterior, está sostenido en evidencia científica que declara que eventos anormales como lluvias intensas o sequías extremas serán tan solo algunos de los fenómenos visibles, causados por el cambio climático.