Un enorme golpe para el mundo del entretenimiento ha sido la noticia del fallecimiento de Olivia Newton-John. A sus 73 años falleció la actriz, cantante, activista e ícono pop, después de tres décadas batallando con el cáncer.
Sin embargo, por lo que muchos la recorderán es precisamente su mirada de esta enfermedad y cómo la artista veía cada día como un regalo y una oportunidad. Y es que esta dejó siempre en claro que no se veía como alguien enferma, sino que como alguien muy afortunada.
Olivia Newton-John y su mirada sobre el cáncer
En 1992, Olivia Newton-John fue diagnosticada con cáncer de mama. Desde ese momento, la artista se convirtió en una vocera para las personas que viven con esta enfermedad, venciéndola en una oportunidad. Lamentablemente, este regresó en 2017 y había hecho metástasis.
A partir de entonces, la estrella de Grease se alejó en gran parte de los medios y se dedicó a cuidar de su salud. Debido a su complejo estado, que fracturó su columna por la propagación de los tumores, tuvo que aprender a caminar una vez más.
Sin embargo, pese a comprender el estado de su condición, jamás dejó que arruinara su ánimo. "¿La tercera es la vencida, no? Lo miraré de esa forma. Creo que cada día es una bendición. Nunca sabes cuándo se acaba tu tiempo, todos tenemos un tiempo finito en este mundo. Debemos ser agradecidos", aseguró Olivia a The Guardian.
De hecho, aseguró que lo ve como otra parte del viaje de su vida. "No se lo que sería ahora sin ello. Lo veo como parte del viaje de mi vida. Me dio un propósito y una intención. Me enseñó mucho sobre la compasión", declaró Olivia Newton-John.
"Ha sido un regalo. No se lo deseo a nadie más. Pero para mi, ha sido muy importante en mi vida", concluyó la estrella de Grease. Así, señaló que no se veía como una víctima ni veía su vida como una lucha, solo parte de su camino.
