Si bien múltiples personas afirman haber visto algún Objeto Volador No Identificado (Ovni) o algún extraterrestre en sus vidas, es probable que la existencia de vida afuera de nuestro planeta nunca se confirme de manera oficial, a pesar de que celebridades tan populares y respetadas como John Lennon defendieran su existencia.
El Ovni o nave extraterrestre que John Lennon habría visto
Fue en 1974, cuando John Lennon sufrió un periodo de problemas junto a su esposa, Yoko Ono. Lo cual llevó al integrante de The Beatles a terminar su relación e incurrir en un romance con May Pang. Una coordinadora de producción que trabajaba en la música de la popular pareja.
Y tras esa corta relación, el músico regresó con su pareja de toda la vida y se lamentaría de este periodo.
Sin embargo, durante esa fase, John Lennon estaba muy convencido de que vio una nave extraterrestre. Descripción que dio en unas notas de su álbum Walls and Bridges. “El 23 de agosto de 1974 a las 9 en punto vi un ovni”.
En ese punto de su vida, también había estado sufriendo fuertes problemas con el alcohol y drogas. Pero cuando se le preguntó en una entrevista de ese mismo año con Interview (vía Far Out Magazine) acerca de la visita extraterrestre, el artista describió lo que vio desde la ventana mientras estaba "soñando con mi estado de ánimo poético habitual".
John Lennon dijo que vio “una cosa con bombillas eléctricas ordinarias que se encendían y apagaban en la parte inferior, una luz roja que no parpadeaba en la parte superior”. Esto a unos 100 pies de distancia, flotando sobre un edificio adyacente.
Su ex novia, May Pang, también lo habría avistado
Tomando en cuenta de que el miembro de The Beatles sufría de algunas adicciones en ese tiempo, es probable que su visión se atribuya a una fantasía alucinógena de algún tipo. Sin embargo, incluso su entonces novia, May Pang, fue testigo de esta extraña escena.
“Mientras salía a la terraza, mi ojo captó este gran objeto circular que venía hacia nosotros”, recordó. “Tenía la forma de un cono aplanado, y en la parte superior había una gran luz roja brillante, que no palpitaba como en cualquiera de los aviones que veríamos dirigiéndose a un aterrizaje en el aeropuerto de Newark. Cuando se acercó un poco más, pudimos distinguir una fila o círculo de luces blancas que recorrían todo el borde de la nave; también se encendían y apagaban. Había tantas de estas luces que era deslumbrante para la mente”.