Un 21 de abril de 2016, el gran cantautor y multiinstrumentalista estadounidense Prince dejaba el mundo terrenal, dejando un gran legado musical compuesto por 42 discos de varios géneros, y dentro de las curiosidades más desconocidas del artista, fueron sus últimos años como testigo de Jehová.
Las últimas décadas de Prince como testigo de Jehová
Prince siempre tuvo una inclinación a la fe religiosa, sosteniendo que incluso, de niño, un ángel presuntamente lo había curado de la epilepsia que sufría.
Sin embargo, todo esto se intensificó cuando en 2003, Prince decidió convertirse a la religión de los testigos de Jehová. Siendo introducido en ella por Larry Graham, exbajista de Sly and the Family Stone y mentor espiritual.
De acuerdo a The Daily Beast, desde su conversión, el músico se volvió mucho más discreto. Ya que en la línea de que esta religión posee una serie de dogmas que van en contra de las drogas, el sexo y la vida asociada con el rock y la fama, decidió hacer su música menos explícita, pero sin dejar de lado la vibra sexual que la caracterizaba.
Asimismo, según dijo a People Anna Barry, miembro de la congregación en Jehovah's Witness Kingdom Hall en St Louis Park, a Prince se le conocía como "el hermano Nelson". Esto en referencia a su nombre real Prince Rogers Nelson.
Incluso, la integrante asegura que el artista iba de puerta en puerta con el ministerio para profesar esta religión.
“Tenía un territorio muy especial. Era capaz de hablar con quien nosotros no podíamos, como celebridades por ejemplo”, añadió Barry.
Según la entrevistada, Prince consideraba a esta congregación como "un lugar seguro" y como "el cielo". Dejando incluso de lado sus coloridos atuendos al reunirse con ellos.
“Solo usaba traje y corbata. No lo reconocerías”, dijo Barry al medio. “No resaltaba (del resto de la congregación) (...) Creo que quería privacidad y mi opinión es la siguiente: necesitaba tener una vía de escape para su creatividad. A lo mejor sencillamente lo necesitaba para sobrevivir".
Cero groserías, o había multa para los invitados a su casa
Incluso, el cantante no soportaba que sus invitados dijeran groserías en su estudio de grabación Paisley Park de Minnesota. De hecho, cobraba una multa a todos los que las pronunciaran en su presencia.
"Si decías una grosería en Paisley Park, te ponía una multa de entre tres y diez dólares. Y no era ninguna broma, tenías que poner el dinero en metálico en un tarro. De hecho, un día me golpeé la rodilla con una maleta y (como testigos de Jehová) se supone que no podemos decir palabrotas, nuestra filosofía es: 'Maldice las cosas, no a la gente'". Dijo al mismo medio, James Lundstrom, uno de los miembros de la congregación de Prince de ese lugar.
"Se me escapó un '¡Maldición!' y él me dijo rápidamente: '¿Qué acabas de decir?'". Recordó también.
De hecho, la mayoría de los invitados que acudían a la casa de Prince eran conscientes de su norma, y hasta llegaban ya preparados con dinero en efectivo.
"En una ocasión tuvo como invitada a una cantante de Los Ángeles y ella se trajo algo de dinero preparado. No era muy famosa, era una de las cantantes que hacen los coros, pero había trabajado con un montón de gente famosa. Había acudido a Paisley Park para un ensayo y no paró de poner dinero en el tarro". Agregó Lundstrom al respecto.
"Ponía billetes dentro una y otra vez. Una de las mañanas, bueno, una mañana según el concepto de Prince, que sería alrededor de las cuatro de la tarde, resultó especialmente divertida: se fue al cajero automático, regresó con un puñado de billetes de cien dólares y le dijo a Prince: 'Tómalos y ponlos en el tarro. Estoy pagándote por adelantado'". Recordó también.