No cabe duda de que Gummo es una de las películas más destacadas y extrañas del cine alternativo. Y su director, Harmony Korine, con un estilo y forma que contradice lo que se hace normalmente en la escena, logró el que quizás es su trabajo más complejo y excéntrico.
¿De qué trata la cinta de 1997?
A la fecha, a Gummo (1997) se le considera un clásico de culto del cine moderno, cambiando el panorama del cine independiente de esa década. En ella, se presenta una descripción del escenario contemporáneo de Estados Unidos hablándole a una generación descontenta.
Su historia incoherente y onírica sigue a dos vagundos de un encantador pueblo de Ohio, utilizado por paisajes desiertos, personas aburridas y almas sin destino. De esta manera, se revela el entorno psicológico más severo de la cultura estadounidense moderna.
Si bien el director hizo varias películas después de Gummo, ninguna capturó tan bien la verdad profunda de la sociedad.
Lo que estaba pensando el director Harmony Korine cuando ideó la película Gummo
Acerca de lo que estaba pensando en el momento en que comenzó a idear la cinta, Harmony Korine habló con su compañero cineasta Werner Herzog en una entrevista de 1999. Lo cual también arrojó luz acerca de varias de sus opciones creativas de aquella época.
Comenzó a referirse al "aburrimiento que le provocaba el cine moderno". Revelando también: "Cuando observo la historia del cine, las primeras películas narrativas comerciales dirigidas por DW Griffith, por ejemplo, y luego miro dónde están las películas ahora, veo tan poca progresión en la forma en que se hacen y se presentan”.
“Las películas pueden ser mucho más”, añadió Harmony Korine. “Con Gummo quería crear una nueva experiencia de visualización con imágenes provenientes de todas las direcciones. Para liberarme para hacer eso, tuve que crear algún tipo de escenario que me permitiera simplemente mostrar escenas, que es todo lo que me importa”.
Por lo mismo, prefiere explorar las ideas o conceptos desde una exploración experimental. Ignorando las leyes del cine moderno de Hollywood para así buscar algo más profundo.
“No soporto las tramas”, dice, y explica lo siguiente. “No siento que la vida tenga tramas. No hay un principio, un medio o un final, y me molesta que las cosas estén tan bien atadas”.