Este jueves entró en vigencia la reforma a la Ley del Consumidor que amplía el plazo de garantía legal de los productos de tres a seis meses. La reforma se enmarca en las modificaciones introducidas por la Ley N° 21.398, la cual modificó la Ley del Consumidor (Ley N° 19.496) en beneficio de los consumidores en distintos ámbitos.
¿Qué establece la Ley del Consumidor?
Desde ahora se amplía el plazo para ejercer el derecho de garantía, de tres a seis meses a partir de la recepción del producto.
Esto implica que las personas que compren un producto a partir de hoy, podrán exigir a las empresas: el cambio, la reparación o devolución de lo pagado cuando un producto sale malo o no sirve para los fines que fue adquirido.
¿Cómo hacerla efectiva?
Algunos productos como los electrodomésticos, pueden requerir de una revisión por parte del servicio técnico para verificar el origen de la falla.
Sin embargo, una vez cumplido este trámite, los consumidores tienen derecho al cambio, la reparación o la devolución de lo pagado, a su elección. Mientras que el proveedor realiza esta revisión, el plazo para ejercer el derecho de retracto se encuentra suspendido.
Además, la ley establece que las empresas no podrán ofrecer a los consumidores la contratación de servicios, productos o pólizas cuya cobertura corresponda a las obligaciones propias de la garantía legal o afecte su plazo y opciones.
Por tanto, las empresas no pueden cobrar por los derechos propios de la garantía, ni establecer restricciones al ejercicio de los seis meses de garantía legal.
¿Cómo realizar reclamos?
Durante el año pasado, el SERNAC recibió más de 37 mil reclamos por problemas para ejercer este derecho, y este año ya suman más de 11 mil casos.
Por lo tanto, la entidad declaró que estará monitoreando el cumplimiento por parte de las empresas, y en caso de detectar infracciones, tomará las acciones que correspondan. En cualquier caso, si necesitas realizar un reclamo puedes ingresar al Portal del Consumidor en la página web del SERNAC o llamar al 800 700 100.
Los problemas más habituales se refieren a la negativa por parte de las empresas a devolver el dinero, seguido por no realizar el cambio del producto, y no cumplir con los términos de la garantía voluntaria.