Este Día Internacional de la Mujer busca erradicar la desigualdad de género a través de distintas manifestaciones, actividades y reflexiones que atañen a todas las personas con el fin de vivir en una sociedad más equitativa, respetuosa, y también donde la violencia se vea erradicada. Dentro de este último punto, aparece la práctica del denominado mansplaining, un comportamiento micromachista que atenta contra la autonomía y la identidad de género femenina, y a continuación te explicamos qué es.
¿Qué es el mansplaining y por qué afecta a las mujeres?
Según reporta Fmdos, la RAE define el mansplaining como "la explicación dada por un varón a una mujer en tono condescendiente. Presuponiendo de forma injustificada desconocimiento de la cuestión por parte de esta”.
Paula Hormazábal, Psicóloga Clínica especialista en psicoterapia femenina y temáticas de género explica que es una conducta que aparte de generarse en lo cotidiano, también puede visibilizarse dentro del ámbito académico, científico y en las comunidades de conocimiento.
Una situación que da ejemplo de esto es cuando se interrumpe constantemente a una mujer con comentarios. Los cuales intentan corregir lo que está diciendo y lograr callarla buscando explicar con otras palabras a modo de "traducción" o "corrección".
De esta manera, un hombre alude a que lo que dice una mujer no se entiende con las palabras que ella utiliza.
Según indica el Hormazábal, el comportamiento del mansplaining arbitrario e impulsivo también cuenta como un tipo de violencia de género.
Esto porque la práctica constante provoca efectos en la percepción de seguridad personal y profundos sentimientos de frustración y desvalorización de la mujer.
Los cuales incluso pueden tener como consecuencia la renuncia de la mujer a su ámbito de conocimiento.
Lamentablemente, las veces en que los hombres asumen un rol paternalista sobre las mujeres no son pocas.
Son directivos a la hora de decir cómo se realizan las cosas y explican o justifican su trato autoritario de adjudicarse la toma de decisiones.
Por lo que se deja de lado la capacidad de la mujer en dirigir su propio camino. Tomar decisiones y aportar con conocimiento en cualquier situación.
Hombres en posición de superioridad frente a otros
Cabe recordar hace un par de semanas cuando la corresponsal de guerra Elisabetta Piqué, quien estaba reporteando desde Ucrania y el conductor del programa que estaba hablando con ella le explicó cómo buscar refugio para protegerse de un posible bombardeo. Esto de manera muy detallada, pasando por alto la gran trayectoria de la periodista y generando todo tipo de reacciones en redes sociales.
Según indica Hormazábal, el mansplaining refuerza la necesidad de algunos hombres de estar en una posición de superioridad frente a otros. Especialmente hacia las mujeres, a quienes silencian y desvalorizan por medio de esta conducta arrogante.
Sólo el hecho de que pase dentro de ámbitos profesionales y académicos muestra que esos espacios se normalizan como propios de los hombres. Estimulando así la falta de equidad hacia el género femenino y reforzando la sociedad patriarcal.
Minimiza por completo las instancias de diálogo, cooperación y aprendizaje. Lo que en muchas ocasiones provoca que las mujeres en ámbitos profesionales tengan miedo a las represalias de los hombres. Sobre todo si son sus jefes o a estos los validan otros hombres en casos superiores.
Lamentablemente, son las propias mujeres a quienes llaman para validar a sus pares, siendo que también los hombres deben ser capaces de reconocer sus propias conductas. Y así comprenderlas para luego erradicarlas.