Sin duda, para muchos fanáticos, el artista es uno de los más grandes cantantes y artistas performáticos de la escena musical. Sin embargo, Lionel Richie tuvo que afrontar una rara enfermedad que casi le hace perder su voz para siempre.
¿Cuál fue la enfermedad que casi le hace perder la voz a Lionel Richie?
En entrevista con la revista People, Lionel Richie confesó que a principios de la década de 1990, luego del apogeo de su carrera en los '80s, lo sometieron a cuatro operaciones quirúrgicas en su garganta. Esto a causa de una extraña enfermedad que casi lo lleva a perder su voz.
"Es lo más cerca que estuve de un ataque de nervios", reveló el músico sobre el colapso mental que casi le provocó esta situación.
Resulta que lo diagnosticaron con reflujo ácido, lo cual se indujo por una dieta que estaba afectando su garganta. "Realmente nunca pensé que terminaría".
Y la verdad es que esa época tampoco fue la mejor para Lionel Richie. Esto porque estaba atravesando un duro momento sentimental tras divorciarse de su primera esposa Brenda Harvey.
Sin embargo, hubo una conversación casual con un fanático que lo ayudó a superar ese momento. Un día estaba en una playa de Jamaica, cuando un anciano se le acercó y le dijo lo siguiente. "Debes sobrevivir porque eres nuestro faro de esperanza. Si lo logras sabemos que podemos lograrlo", sacándole un par de lágrimas al artista.
Su deseo de convertirse en sacerdote episcopal
Sin embargo, esto no fue lo único que Lionel Richie contó en aquella entrevista, sino que también dijo que estuvo a punto de convertirse en sacerdote antes de encontrar la fama con la banda The Commodores.
“Dejé la casa de mi mamá y mi papá para ir a la universidad, y allí conocí a mis amigos The Commodores. En ese momento estaba considerando seriamente ser un sacerdote episcopal”, reveló.
Pese a ello, luego de ver la reacción de las mujeres ante la banda, sus intenciones se desvanecieron.
“La primera vez que toqué con los Commodores, un grupo de chicas gritaba mucho. Hasta ese momento, nadie, ninguna chica, me había gritado nunca. Jugué en el equipo de tenis y nunca una chica me gritó. Fue justo después de eso que me dije a mí mismo: ‘No creo que sea útil como sacerdote'", añadió.